PEÑA FORATATA via valle de tena 250m. 6b v+/a0



Cuando las ganas de escalar, son tan grandes, no te puedes resistir.
Hacia tiempo que había caído en mis manos la reseña.  Unas veces por que si, otras por que no, todavía estaba en la mochila de los proyectos.  Esta vez va a ser que sí.

 Viajecito hasta Formigal, y casi una hora de aproximación, por un sendero mas o menos marcado.  El sol pega con ganas, y comenzamos a destilar sudor.  Hoy mi hermano de cuerda, es Roberto.  Un aprendiz de escalador, con muchas ganas, muy fuerte, y con casi cero de miedo.  Los ojos, se le salen de las órbitas al ver la pared.  Duda de si será capaz de subirse por allí.  Según la reseña, vía equipada, y acerable por si hay problemas. Es imposible perderse en la entrada de la vía. Una V y una T, nos indican la puerta .  Vestidos para el juego, comienza el baile.


Al principio, las placas, te hacen tener mas fe de la necesaria, y , con algún paso de adherencia,  resolvemos los primeros problemas.  Con decisión se lanza el aprendiz de escalador, contando que es su segunda vía de pared, la resuelve sin angustias.  Alguna tiene a la hora de montar la reunión, pero nada que no se pueda curar con un poco de paciencia, y unos cuantos gritos de reunión a reunión.

El suelo se va quedando abajo, y la auto estima va para arriba, pero no te confíes compañero, la parte más dura de la vía, esta por llegar. Y a ella llegamos. Un diedro chimenea.  Esta bien protegida.....ya , ya...
Los parabolts de 8 mm, parecen de juguete.  Si tienes un saque duro.... No pienses mas, y para arriba.  Los problemas se solucionan " afrontándolos de frente ", y en ese paso, me quedo empotrado, sin estar de frente, y sin saber como moverme.  Las chapas le quedan lejos a mi miedo, y con mucha psicología interior, y hablándome mucho...¡¡¡ problema resuelto !!!!.


A partir de aquí, es puro trámite lo que nos queda, y al llegar a la última reunión, la hinchazón corporal y mental, es tan grande, que nos vamos para abajo, por un caminito bien marcado, con mucho patio.
Más de cuatrocientas veces, se volvió Roberto a mirar su pared. No se podía creer , que había hecho , lo que había hecho.  Por donde había sido capaz de subir.  Desandamos el camino, y cuando le comento algo, me vuelvo, pero se ha quedado atrás mirando de nuevo la pared.



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