VIA ANTSOAINGOS. " LO NUEVO Y LO VIEJO " 180 M. 6B

 



Y por fin, una reseña nuestra. Después de tantas reseñas recorridas, hoy no hemos recorrido ninguna. Todo estaba en nuestra cabeza. Todo estaba en nuestra imaginación.... y no lo sabíamos.

Siempre estudiábamos por donde habían subido otros, y lo habían plasmado en un papel, para que después, otros muchos otros, siguiéramos esos caminos por la roca.

Esta vez, solo nos hizo falta un poco de intuición, un poco de locura, y un montón de ganas, que ya las teníamos en casa desde hace mucho tiempo, para embarcarnos en esta aventura.

La pared, estaba decidida hace muchos años. Pero, ¿ por qué no lo hice antes ?

Probablemente, estaba esperando el hermano de cuerda adecuado. Y hoy se ha juntado la veteranía con la juventud, el hambre con las ganas de comer, el pan y la sal, las botas de agua y el paraguas .

 Lo nuevo y lo viejo

La emoción, se nos veía en la cara, cuando apartamos las mascarillas. El ansia, nos inyectaba los ojos. Unos momentos antes, vemos la línea que nos da nuestra lógica. Intentaremos salir por arriba. Por un camino desconocido. Pero también sospechamos que quizás no seamos los primeros. Estamos preparados para asimilarlo, pero si no nos metemos, ni saldremos ni lo sabremos.

Asier me dice que el otro camino es mejor para llegar, pero ni le escucho... me voy por el mas corto y mas guarro.... Las zarzas me hacen pensar.... pero ya estoy muy cerca. Cuando mis narices se dan de lleno con la pared, ya no me parece tan vertical, y le empiezo a perder el respeto.

 Ya equipado, como para hacer dos o tres ochomiles de roca vertical, doy el primer paso. De repente, me doy cuenta de que la pelea va en serio. La roca esta sucia, tiene mucha tierra suelta, tiene mucho palito roto, tiene mucha mata.... No es un camino difícil, pero tiene su miga. Protegerme en caso de caída, me hace avanzar despacio. Afianzando las manos, y afianzando los pies....Voy ganando metros. Mi visual está tan solo a unos pocos centímetros de mi cara. Con un ojo controlo las posibles presas a las que me voy a agarrar, y con el otro controlo el árbol al que quiero llegar. Y casi en un suspiro, estoy atado a el, y recogiendo cuerda para que venga Asier.





Han sido apenas treinta y cinco metros de pura adrenalina, y ahora dejo que mi corazón se calme, mientras aseguro a mi compañero. Su cara es fácil de leer. Viene rebosante de alegría y energía.
El encabeza el segundo largo. Le paso el material, y lo dejo ir...y que elegancia de movimientos, como escala... y pensar que hace unos años, casi le enseñé a ponerse el arnés...  
De repente, creo que todo se va a ir al garete. Sigo sus evoluciones, hacia el camino que habíamos visto desde abajo. Hacia ese diedro que se veía , y se para justo a la entrada, - ¡ Aquí hay que poner un parabolt! ...-
Es en ese momento, cuando pienso que nuestra escalada por hoy, se ha terminado. Si el no pasa.... yo menos. Y si está pidiendo un seguro fijo, es por que quizás le supere el paso. Pero, siempre hay un pero... se desvía hacia la derecha del diedro, y sigue hacia arriba. Sigue sigue, hasta que grita...
 - ¡ Reunión !-
Es mi turno. Veo el diedro, y de cerca no tiene nada que ver con lo que hemos visto desde abajo..... No me extraña que haya pedido un seguro fijo. Sigo su camino, y me tengo que emplear a fondo en escalar. No es lo más duro que he escalado en mi vida, pero ha tenido que ponerse los seguros, y ahí que echarle un par de no se que, para tirar hacia arriba. Me voy aproximando a la reunión, y ya tengo los antebrazos hinchados. Voy con mucho tiento, y la roca que sujeta mis pies, se cae, se deshace, se mueve. En este trozo la roca está podrida, y hay que andar con mucho cuidado. Incluso llega a romperse bajo mis pies. 





Comienzo el siguiente largo. Voy un poco tocado de brazos, ya que el largo anterior, me ha exprimido bastante. Pero la cabeza va muy por delante. Escalo con mucho cuidado, ya que la roca, sigue estando un poco podrida. Voy retirando roca suelta, o roca que se mueve al tocarla. La tensión va aumentando a medida que gano metros. Laceo un arbolito, y me paro a pensar. Me meto hacia la derecha, y el camino se me convierte en una placa, sin agarres. Hay algunos, pero  me quedan lejos, y tengo que meterme en adherencia, sin poder meter seguros.... Mal rollo. Me bajo. Intento seguir de frente, y tengo que pasar por encima del árbol, para seguir una fisura vertical, pero este, no me deja pasar. Me engancha con sus ramas, como diciéndome que por ahí no siga. Vuelvo a bajar, y lo intento hacia la izquierda... Todo se queda en mi mano, y desaparece de mis pies. No voy a ser capaz de avanzar  mas arriba. Mi cabeza comienza a flaquear.

- ¡ Asier, pilla que bajo !... y me descuelgo de nuevo hasta la reunión. 

Resuelve el largo, hacia la izquierda, pero unos metros mas abajo de donde lo he intentado yo. Ha sabido leer bien la roca, y se ha hecho con el. Cuando voy subiendo, me doy cuenta de que igual yo no habría pasado. El grado es parecido al de antes, pero la protección es mas difícil, y mas precaria. De nuevo dándolo todo, nos volvemos a juntar. Ya solo creemos que nos queda un largo, pero ya se ve que no es tan tieso, y me voy para arriba, hasta el tope de la cuerda, incluso Asier tiene que subir algunos metros en ensamble, y yo ni tan siquiera me doy cuenta.

 Ya estamos fuera, hemos conseguido lo que habíamos venido a hacer. Que alegría. Es la primera vía abierta de Asier, y la mía la segunda, que nada tiene que ver con la primera




Disfrutamos de las vistas, y nos quedamos un rato, relamiéndonos de las mieles de este nuestro triunfo. No hemos visto nada que nos lleve a pensar que alguien ha subido antes por aquí, y es por eso que nos adjudicamos la primera. Los planes empiezan a bullir en nuestras cabezas, y queremos más, queremos más, pero para hoy, ya tenemos bastante. El camino de descenso, es muy cómodo, y seguimos planeando futuras aperturas, no se donde, ni cuando, pero las habrá.





HERMANA MAYOR, CARA SUR VIA TAIMA. 140 M. 6B



 Sin permiso de nadie, clavo la reseña en este escrito. La desconocía totalmente. 
Asier me la hizo llegar, ya que las ganas de escalar juntos, eran muy grandes. Digo eran, por que de momento las hemos apaciguado. Quién sabe hasta cuando.

La mañana está muy fría. Será mejor esperar a que el sol caliente la roca, pero el ansia...

No esperamos, y el camino de aproximación, ya nos calienta. Por la bajada "normal" desde la horquilla.

 Camino de subida. 

Camino tieso. 

Con mucha piedrecilla suelta.

 Camino estrecho. 

Subimos a buen paso. Vamos intuyendo el inicio. Parece evidente el muro de entrada. Un cordino verde, anuncia que la puerta está abierta. Como soy el más flojo de la pareja, elijo lo fácil, y arranco en cabeza de cuerda. 

El largo está limpio. Protejo a placer, y voy encontrando, uno tras otro, tres puentes de roca, ya enhebrados.

Asier, llega y toma el relevo.

 Algo no nos cuadra. Pero nunca lo descubriremos. 

En el largo dos, encontramos tres puentes de roca, y dos parabolts.... y tan tranquilos. Creo que los largos dos y tres, fueron empalmados sin contemplaciones. Al final no salían las cuentas. Cinco largos, y tan solo hacemos cuatro..... 

- ¿ Donde está el largo perdido ?  

- ¿ Que ha pasado con el largo "3" ? 

- ¿ O con el dos ?

La mente juega su papel. Tiro en cabeza de cuerda, el que creo que va a ser largo tres.

" Solamente", es V+.... y a ese nivel voy escalando. Es un grado que tengo controlado, y además en autoprotección. Sigo tranquilo, progreso seguro, algún metro, aprieta un poco, o eso me parece, pero yo tranqui.... es grado asentado. Que cosa la cabeza.... En verdad este largo, está cotado como 6a+. 

Me cuesta encontrar la reunión. Chapo un puente de roca, ya enhebrado, y continúo. Una sucesión vertical de gotas de agua, muy pinchudas, me ayudan a ver una zona con tres paraboles, un clavo y un puente de roca.

 Este largo es el de 6b. Es según la reseña, el largo más equipado de la vía, y el más duro. Me bajo.  

Si es este largo, le toca a Asier. Desciendo hasta el puente de roca, y encuentro otro cordino, atado a la base del árbol, donde al lado, apenas a un par de metros, un enorme buitre, me mira con cara de preguntarse.... - ¿Y este.... de donde sale ?




Bajo su atenta mirada, monto la reunión, y le digo a Asier que suba. El buitre, o se ha asustado, o le ha molestado que invite a mi amigo sin consultarle, y se va.... ni se despide ni nada, simplemente, abre sus alas, y se va... que envidia.

Mi hermano de cuerda, navega tranquilamente por el último largo. Va relajado, hasta el final. Es un recorrido, que quizás por el frescor matutino, quizás por que el grado no es peleón, quizás por que el sol no calienta... es una vía que no nos ha hecho sudar. Y como los rápeles no es lo que mas nos apetece en este momento, buscamos la magia de la cima de esta montañita, y nos quedamos un buen rato en su cima. Disfrutando de la calidez del sol, de su paisaje, de las luces tan chulas a estas horas del medio día. De un puñado de frutos secos, y un par de tragos de agua. Que poco para estar agusto, y disfrutar.





Nos estamos acostumbrando a esto de disfrutar juntos de las cimas, después de una escalada. Lo nuevo y lo viejo. El ayer y el hoy, esperando a que se alineen de nuevo los astros, y nos permitan de nuevo gozarlo una vez más.