NEOUVILLE X CURAVACAS



No es que hayamos comenzado desde Neouville.
No es que hayamos venido andando desde allí.
No teníamos previsión buena en pirineos.
Simplemente, cambiamos el este por el oeste, donde el tiempo era más amable. Siempre miramos al este, como primera opción, y si la méteo no es buena, comenzamos a desesperarnos, buscando destino. Nos enzarzamos en debates tontos e inútiles, en grandes diálogos de besugos, para no perder un fin de semana de monte. Este fin de semana, tocaba salida en el club.... y nos perdimos mirando el mapa.
Al final, la asamblea de majaras, tomo la decisión de que mañana sol y buen tiempo, y fuimos a sacarnos una espina que se nos quedó clavada, allá por enero del año pasado.
 Las condiciones son completamente distintas, apenas un poco de nieve, que no vamos a pisar, y la fantástica visión desde su cima, nos anima bastante.
Vuelta a recorrer el camino hasta Triollo, Vuelta al albergue donde tan bien nos trataron la otra vez, y donde tan bien nos vuelven a tratar hoy. Vuelta al bar de Vidrieros. Vuelta a recorrer esa cuesta interminable. Vuelta la burra al trigo.
La mañana despierta fresca, y el camino es muy evidente, ya lo conocemos.
Echamos de menos la nieve de la otra vez.... ahora el camino es una pedrera inmunda, por la ruta del callejo grande.
A los nueve que salimos, al poco se nos apunta una nueva criatura. Una perrica, a la que llamo güeleculos, que nos acompaña cuesta arriba.
A ratos, el aire del norte, nos deja helados, a ratos te sobra todo lo que te tapa.





Como la otra vez, como siempre, paso a paso, con la mirada fija en tus pasos, mirando más que viendo el paisaje de vez en cuando, disfrutando con los colores, con las formas, con las luces y con las sombras, despacio, sin prisa, resbalando con las piedras, perdiendo pasos.. todo nos va llevando arriba, cada vez más cerca de la meta.
La cuesta se empina, estamos llegando al final, pero alguna sorpresa nos vamos a llevar todavía, cuando cambia la vertiente, hacia el norte, y curavacas, se ha vestido de verglas…. cuidado ¡¡¡¡




El viento nos lleva en volandas los últimos metros hasta la cima, y nos obliga a refugiarnos al socaire, al sol, entre las piedras....¡¡¡ objetivo casi conseguido !!!...solo falta la mitad....
Güeleculos, sabe lo que ha hecho, aquí la gente que sube, algo come, y con un poco de suerte, algo se escapará para su hocico, y espera paciente, atenta, con la mirada fija, y recibe algún que otro premio.
Una hora nos quedamos arriba, disfrutando del aire, el sol, hinchando la mirada de paisaje.









Güeleculos nos deja marchar tranquila, no nos acompaña en la bajada, es perra y sabe que subirá mas gente... hoy va a tocar comer...
Con cuidado, comenzamos los destrepes de bajada, y nos lanzamos a una bajada brutalmente desquiciada, por la pedrera....como posesos... y se nos hace larga, muy larga.
Me gusta que los planes salgan bien, y el resto, como todas las veces.




PICO DE LA SOBA, (2624 m. )Y PICO PACINO 8 1965 m. )





Últimamente, intento motivarme, y para este verano, han salido un par de proyectos, que me han animado y mucho. Por eso, y tras casi un año en el dique seco, comienzo a entrenarme, aunque cuando no me duele aquí, me duele en otro lado. Efectos de la desmotivación acumulada.
Pero de escalar, de momento nasti de plasti.
Belén y Andrés, andan también motivados con sus proyectos, así que me animan a irme con ellos el finde..... a intentar el Pico de la Soba. Son apenas 1200 m. de desnivel, pero motiva.
Pasamos la noche en La Sarra, y sin mucho madrugar pateamos por el camino a Respomuso, hasta llegar al desvío de arrieles. Giramos a la izquierda, y vamos ganando altura. Hasta aquí, el tiempo es bueno, y para el finde han dado bueno también, pero a medida que vamos ganando metros, el tiempo se tuerce. Las nubes, nos envuelven, y nos lloran un poco. En la mochila hay de todo, así que nos equipamos y … - ¿ seguimos no ?
Alguna duda ataca alguna mente, y casi se niega a seguir... que si no vamos a ver nada, que el GPS...
- ¡¡¡ Anda tira parribaaa !!!
La única reseña que se ha quedado en mi cabeza, es que para llegar a la cumbre, hay que acceder por una canal no muy estrecha.... y como nos hemos salido del camino hace un rato, pues eso, canal que veo canal que me tiro a trepar como un poseso.





La nieve, esta blanda, a pesar del fresco ambiental, permite progresar con soltura, pero te hundes casi hasta la rodilla en algunas ocasiones, pero que coño, ¿ no estamos entrenando ?
Las pendientes se ponen bravas, a pesar de ser un "montico".
Una travesía de una a otra canal se adivina en medio de la niebla, y ni lo pienso, arriba con todas mis miserias, jadeando, y un momento, me quedo pensando si el camino que llevamos es el bueno. Andrés me saca de mis ensoñaciones, y en medio del viento me grita..- La cima está ahí arriba...-
Esa es la canal es la buena, y con un último resoplido, plantamos las botas donde ya no se puede subir más.  Una fotico rápida, y para abajo. No nos ha dejado ver el paisaje, ni los alrededores, tan solo un poco más allá de nuestras narices... pues ala, me voy , tó enfadau…. que noo, que es broma, que me bajo muy contento de poder haber subido.
Ahora de bajada, si cogemos el camino bueno, el camino por el que teníamos que haber subido.




Pero esta pala de nieve es interminable, y en el estado en que se encuentra...habría sido interminable. Ahora las nubes parece que se quieren abrir.... si ,¡¡¡ toma !!! ahora hay vistas....



Como molan las vistas, que pena haberlas perdido antes, pero ahora, con la tarea echa, es un regalazo.







PICO PACINO



Y después de descansar, y una buena cena , vamos a Escarrilla, y del lado derecho del túnel, sale una senda, que sin lugar a errores, nos va guiando hacia el balcón que queda suspendido encima de Sallent, y Lanuza.
Es un recorrido precioso, por el medio del bosque, ganando altura a la sombra de las enormes rocas, y sin peligro alguno, termina siendo un paseo. Son unos 700 m. de desnivel, muy amenos, al abrigo del viento.





Cuando nuestro camino se junta con el que sube desde Sallent, el viento se adueña de la situación, obligándonos a buscar cobijo, en la cara que no sopla. Un tentempié, y de nuevo a buscar alturas más amables. De frente, la sierra de la Partacúa, se muestra elegante, un cordal lleno de experiencias, una vista alpina.







Como entrenamiento, no ha estado mal, las piernas han respondido en estos dos días..... quedan muchas pateadas todavía, hasta poder realizar los proyectos más inmediatos. Las sensaciones son buenas, seguiremos entrenando, el cuerpo y la mente.