EL CASCO, LA TORRE Y EL TAILLÓN


No es la foto la que encumbra, si no el marco que le rodea. Uno de mis lugares preferidos para perderme, para disfrutar de los paisajes, del agua de la roca y del maravilloso mundo de las montañas, aquí, cerca de casa.
Con una promesa atrasada, llega el día en el que por fin, vamos a llevar a los cachorros a envenenarlos en esto de ser un poco mas montañeros.
El plan es bueno, Casco ,Torre, Taillón, y si se puede, los Gabietos. Vivac a la luz de las estrellas, y tres días lejos de casa. Con edades comprendidas entre los 14 y los 19, son los que tienen que coger el testigo en esto de envenenar a la gente a este tonto oficio de subir y bajar, sudar y penar.
Antxon, Unax, Araitz, Asier, y Leire, los jóvenes, y  los viejos, Xabi, Iagoba, Pablo y el menda.
Salimos de fiesta un viernes, poco después de comer, con los nervios a flor de piel, tras unos días llenos de incógnitas… que llevo...que no llevo... Montar una mochila puede ser una tarea estresante.
El Coll de Tentes, nos recibe de una manera fantasmal, no sabemos por donde vamos, ni tan siquiera donde llegamos, la niebla nos envuelve como un húmedo sudario, y no nos deja ver. Primer cambio de planes. No vamos a dormir a la brecha, existe el riesgo de perdernos...
Así que nos quedamos en los coches, y dormiremos dentro. Mañana tendremos un par de horas mas de andada...
A sonado el despertador...un café bebido, o un zumo, o un trago de agua, cualquier cosa vale para despertar y comenzar a andar. El espectáculo se abre ante nuestros ojos, el pequeño glaciar de Taillón, el dedo, el circo de Gavarnie se empieza a dibujar, la brecha... todo ello manchado por las obras del que será el nuevo hotel de Sarradets. Todo lo que nos importa de este emplazamiento, es una pequeño chorro de agua, que sale de una manguera amarilla.
Trepamos hasta la brecha, y bajamos apenas unos metros hacia la otra vertiente, y abandonamos las mochilas.
- ¡¡¡ Bufff … que alivio !!!! se oye en medio del silencio.....Estamos solos....increíble.
La cordada express, se despide, salen hacia el que será el primer tresmil de Leire. Taillón.   Pablo tiene que volver pronto a casa, y los dos encaminan sus pasos. El resto, tenemos mas tiempo para disfrutar, así que cogemos lo esencial, y seguimos bajando para subir hacia el paso de los sarrios.... protegido con una cadena.


La subida al casco, no presenta más problemas, y ha resultado ser una cima de esas que apenas se repiten, con un mirador alucinante. Todo el circo de Gavarnie ha quedado a nuestros pies... Marboré, Picos de la cascada, el Cilindro, Perdido, Vignemale al otro lado, Góriz, y la ristra de gente que como hormiguitas suben al Taillón.



Disfrutamos de un día acojonante, de vez en cuando una suave brisa, nos reconforta secándonos el sudor, y buscamos el camino a la Torre. Por una faja colgada, más que colgada embutida ,se adivina un sendero, y da la vuelta al pico, para buscar la puerta de su cima, que se encuentra detrás. Que oficio más tonto, subir para volver a bajar....y en eso estamos, descubriendo paisajes, y enzarzándonos en tontas discusiones referentes al paisaje, cuando casi por arte de birlibirloque, entramos por esa puerta, y en un momento, colocamos nuestras botas en la cima de este otro mirador privilegiado.



¡¡¡ Que alegría, que alboroto, otro perrito piloto !!!!
Alguno ni se cree que ha sido capaz de encadenar dos tresmiles en el día, algún otro, comienza su andadura en esto de los tresmiles pirenáicos.
Que agusto se esta aquí arriba....no tenemos prisa, estas montañas, invitan a la paz, a disfrutar de estas visitas que les hacemos.
Pero no queremos quedarnos aquí arriba, vemos la posibilidad de irnos a dormir a la cima del Taillón, y con esa baza, desandamos el camino, para volver a buscar las mochilas. Lorenzo pega fuerte...algunas nubes de esas de evolución, nos comienzan a entorpecer el horizonte...quizás...los partes meteorológicos, no anuncian tormentas....pero ya sabes, a cualquier monja se le escapa un pedo.
Llegando a las mochilas, buscamos con la vista, un reguero de agua que nos haga mas amable la tarde y la noche, y lo vemos en la distancia. Unos reventados por el paseo, y otros no, somos estos últimos los que nos vamos a buscar agua, y la encontramos, y saciamos la sed, mientras rellenamos las botellas.
Decidimos ver anochecer en la otra cima, y después de perrear un rato, buscamos cobijo en la cueva de la brecha. Por suerte, la tenemos toda para nosotros, así que nos acomodamos como piojos en costura, y con un vigilante, nos ponemos en marcha hasta la última cima de hoy.
40 minutos nos cuesta subir desde la cueva, hasta la cima del Taillón, que titanes...




Ahora si...ahora se notan los metros acumulados, las emociones y experiencias de un día grandioso.
Pero queda lo mejor....la noche en la cueva.
De vuelta, el vigilante se queda flipado con nuestra velocidad de ascenso y descenso....pero ahora si, una buena cena para recuperar fuerzas, y mañana haremos la vuelta a casa, sin prisa. No sea que se pongan nerviosos los aitas.
Como los sitios están preparados de antes, terminamos de acondicionar el espacio, y nos tenemos que tumbar los siete.....de globo, si viene alguien más, se queda fuera....no cabe una aguja, y con las cabezas hacia un lado y hacia el otro, al caer la noche, nos dedicamos a patearnos las caras de los que están a nuestros pies, para acomodar mejor los cuerpos, mientras en el silencio de la noche, se oye un buen concierto de ronquidos.
Al parecer, nadie a pegado ojo, pero los gruñidos de los osos, han retumbado a lo largo y ancho de la brecha, y así hasta el amanecer, donde con caras de sueño, nos volvemos a ver las caras de nuevo.
Nos mudamos, regresamos a casa, después de un café bebido , un zumo, o un trago de agua. Vuelta a recomponer la impedimenta, y a bajar los pocos metros que nos separan de la civilización, donde por supuesto, nos esperan los platos de comida caliente, y no a todos, unas cervezas bien frías.
Por cierto, la cordada express, también cumplió su objetivo.





BESIBERRI NORD 3.015m.



Para mi, uno de los grandes retos de hace muchos años. Años en los que me fiaba de todo aquel que rulara por el monte, y del que no desconfiaba hasta que me la metía tres veces. Conocí a una banda de esas. Montañeros de marca y postal, de los que te pegas un viaje de horas, y pasan de ti. Aprendí, y también yo pasé de ellos.
Ahora estoy a los pies de este mito. Mi mito.
La méteo , el día que bajamos de la Punta Alta, y el siguiente, estuvo tormentosa y en esta zona cayó agua a rabiar. Mañana, parece que habrá un poco de precipitación a partir del medio día. Tendremos que madrugar.
Le robas tiempo al sueño, para poder perseguir ese sueño. Calzas las botas con ganas, ajustas los cordones despacio, sumido en una especie de niebla que te amortigua los sentidos. La noche ha sido agitada, como el día antes de algo especial, y este día lo es.
Hoy no me voy a equivocar de camino, me siento descansado, la noche es fresca, y la impaciencia se me sale por los poros, un paso tras otro, los sentidos terminan de despertar, el camino se empina, y un paso tras otro, siento que estoy mas vivo que ayer.



Recibo el amanecer, como un anuncio de que algo bueno está a punto de pasar, y dejo que la ilusión siga echando combustible. El paso es bueno, y la conversación, entre jadeos, animada. Vence el optimismo. El paisaje, ensancha los brazos, y me vuelve a regalar unos orgasmos para la vista. Saludo las rocas al pasar, me saludan los estanys, las piedras, los neveros, estoy viviendo el sueño, y no lo quiero despertar.




Para cuando me quiero dar cuenta, estoy a un paso de la pirámide cimera. Mis compañeros están a mi lado, con las caras de cansados, y con una sonrisa que a todos se nos sale de la cara.
Nos vestimos de baile, arnés y cuerdas, algún friend, un poco de sentido común , y sobre todo, mucho cuidado. No seria de agrado un mal paso y fastidiar todo lo que estamos viviendo.
Solamente hace falta seguir los hitos, que  conducen hasta arriba. La trepada es fácil, despacio, afianzando los pasos, probando que las piedras no estén vivas, y se quieran venir.
Un paso más duro de repente, y mis amigos quieren seguir viviendo. Una reunión y asegurarlos, no cuesta nada. Hacia abajo, el patio es impresionante.






La pirámide, ha quedado bajo las botas. He conseguido un sueño, que me ha perseguido 16 años.  No se ha movido. Me ha estado esperando.
Llega el momento de las decisiones... la arista si, la arista no, la arista si, la arista no...
La decisión está tomada. La arista no. No todos vemos las cosas igual, y ante la duda, optamos por desandar el camino. La mitad de la montaña ya está hecha. Queda la otra mitad... Pero que bien se esta aquí.   El macizo de las Maladetas a las espaldas, la Punta Alta en frente, las nieblas subiendo del lado francés, y las nubes, comenzando a ensayar su coreografía. Que fácil es la decisión, después de la alegría del momento. Acabo de despertar, y veo que es real.




Un corto rapel, donde se sembraron las dudas, y abajo, muy abajo, Cavallers, donde nos esperan una vez más, las cervezas bien frías, y donde de nuevo volveré a dormir, en espera de hacer un nuevo sueño realidad.




PUNTA ALTA 3.015m. Y PiCO DE COMALESBIENES 2.997m.



Todo empieza como las otras veces....sonando el teléfono. Si rotundo, y que si, que no, que si. Tres amigos de viaje de nuevo al oriente pirenaico. Como siempre, mochilas cargadas de ilusiones y retos.
La Val de Boí, nos espera con los brazos abiertos, y Cavallers, será su regazo.
Un pequeño paseo, por los alrededores de la presa, nos cuenta que no es difícil, pero que no todo va a ser fácil.  La tensión por lo de mañana, no deja conciliar el sueño. Queremos pasearnos por la cresta de los Besiberri.
 A la luz de los millones de estrellas por arriba, y la lucecita del frontal escapando de nuestros pasos, repetimos la andada de ayer... amanece que no es poco, y el surrealismo se nos mete en la cabeza. 
¿Por qué ? ¿ Por qué la reseña que hemos leído se nos mete en la cabeza, y se da la vuelta ?
Encelados en nuestras propias suposiciones, equivocamos la ruta, y nos alejamos del sueño. Andamos casi hasta el refugio de Ventosa y Calvell, cuando nos damos cuenta del error... Pero siempre existe la posibilidad de dar la vuelta, desandar el camino, y volver a empezar...  que fácil.
 Nuestro arrojo montañero, da paso a un nuevo camino, sin marcar, sacado de la manga, por no perder altura, implica dar un rodeo, y allá que nos vamos, cruzando el Barranc de les Llastres… Estany de Turmeneia de Dalt, subiendo el Tuc de Roques Negres de 2.501m., Estany Cloto, continuando por los Llastres de la Morta, subiendo hasta el Pass dels Isards, llegando al Estanyet de Malavesina, y aún mas alto, buscando la Bretxa Peyta…Desde ese más alto, vemos el paisaje...todavía queda mucho para llegar hasta Besiberri…
Con las orejas gachas, volvemos al regazo, después de ocho horas de "exploración".



Intentamos derrotar a esta derrota, con unos tragos de cerveza, no todo van a ser desgracias, y volvemos a plantearnos el día de mañana. Uno de los compis, pinchará al poco rato de haber salido,la pateada de ayer cuenta, y la salud es lo primero. Los dos restantes, vamos a intentar la Punta Alta.
Y de nuevo , con los mismos millones de estrellas, esta vez, si llegamos al refugio, donde el compi, aprovecha para hacer una imposición a plazo fijo en ventanilla, y ya mas ligeros, ponemos rumbo al Valle de Colieto. Recorremos sus Estanys, y de repente, comenzamos a ganar altura, hasta el Estany de la roca.


Una parada para coger aire, obliga a mirar alrededor, y a flipar con el paisaje. Rocas de casi todos los colores, verdes de todos los colores, y un cielo azul limpio, que nos hace recordar la buena suerte que estamos teniendo con el tiempo. Pero sabemos que este, cambia a media tarde, y que va ha haber tormentas, así, que pies para que os quiero, y vuelta a darle a la cuesta.
Si ayer el ardor montañero era la ostia, hoy no es menos...y por eso de interpretar planos, mapas y dispositivos varios, seguimos unos hitos, que se supone llevan Pass, en la Conca de la Raconada...y nos subimos a toda arista, a un pico, que nada tiene que ver con lo que buscamos. Apenas a unos metros de la cima, volvemos a caer en la cuenta de que nos hemos vuelto a colar... Estamos en el Cap Brau de 2.831m. Al no saber como puede terminar esta aventura, volvemos nuestros pasos, hasta encontrar el camino correcto, el que nos subirá por fin, o eso esperamos, hasta nuestro objetivo del día.
Ahora si que pesa la cuesta... el camino ha pasado de ser grandes bloques, a ser gravilla donde resbalan los pasos...y además este corredor es inmenso. Pero las ansias montañeras, pueden con esto y con más, así que jadeando, por fin ponemos las botas sobre este mirador tan bonito. La punta alta de 3.014m.




Ahora se ve el Pic de Comalesbienes, cerca, muy cerca, 21m. mas bajo de lo que estamos ahora, y que es parte de nuestro camino de bajada. Hidratamos y nos alimentamos, tanto el estómago, como la vista, el cuerpo y la mente. 
Hoy vemos la ruta que seguiremos hacia Besiberri, ahora no hay duda. Las nubes, se han ido formando sobre nuestras cabezas, y no queremos que el cielo se desplome sobre nosotros. Abandonamos tan espectacular mirador, para pasar por la otra cima, y comenzamos un vertiginoso descenso, hacia los Estanys de Comalesbienes, y su desagüe, nos va a marcar el camino de descenso, casi como un salto al vacío.


LA PICA DÉSTATS Y SUS SATÉLITES


Ya veis como esta la cima.....Es necesario vaciar la mierda de casa para venir hasta aquí arriba a dejarla ? y me parece muy bien que la gente suba sus banderas, sus collares y sus gorros de paja, para fotografiarse con ellos...pero … por que no lo vuelves a bajar ?
Al margen de cerdos, seguidores de banderas, cruces y recordatorios a los muertos,  ¡¡¡ que picazo La Pica !!!
Sigo intentando romper el huevo en el que se ha convertido mi cabeza, romper ese cascarón de inmovilismo e inseguridad en el futuro de mis aficiones y trabajos, y me despido de casa.... me enchufo un montón de kilómetros, y me voy hasta la parte más oriental de los piris, a la última zona donde viven tresmiles. Si, soy un coleccionista, y entre otras cosas, me gusta coleccionar tresmiles.
No por vanidad, si no por conocer, y creo que la mejor manera de conocer todas estas maravillosas zonas, es verlas desde las alturas.  Casi todo desde arriba se ve mejor.
Llavorsí es el punto de partida, siguiendo al final del pueblo una carretera que se convierte en pista...y así sigue durante unos diez km. Despacio, y con cuidado debido al tráfico de bajada, llego a un aparcamiento a unos quince minutos del refugio de Vallferrrera. Busco el mejor sitio para dormir aquí, y me subo hasta él, dando un paseo, con intenciones de encontrar la ruta mañana prontito por la mañana, y así subo con la fresca.
Son las 6 cuando comienzo a andar, a perseguir el puntito de luz delante de mis pies.  El camino está muy trillado, y es difícil salirse de el.



Tras un comienzo fuerte, que pone a prueba los gemelos, con subidas y bajadas, ganadas y perdidas de altura, pasos de cadenas, las retinas comienzan a flipar con el maravilloso espectáculo de la naturaleza, el verdor del manto y la abundancia de agua. Bien lo saben las vacas y los sarrios, así que cuidado con el agua que bebéis.
Mi camino, en principio, quiere hacer los seis tresmiles, empezando por el pic Rodó de Canalbona, pero... el desconocimiento del terreno, y que al llegar al estany de Sotllo, no lo vi muy claro.... ¡¡¡ ala majo, tira pa ´rriba por la senda conocida!!!!


Ya te digo que el recorrido, es una pasada de alpino y chulo, y prácticamente sin ver a nadie, los pies, enfilan hacia arriba con alegría. Dos tipos me adelantan, como alma que lleva el diablo, apenas un murmullo sale de sus gargantas cuando lo hacen, creo que es un saludo, pero se ve que llevan prisa, y los veo alejarse poco a poco, por la marcada senda que lleva hasta el collado. Allí los alcanzo, están almorzando... ¡¡¡ Hambre es lo que tenían !!! claro, ahora me lo explico...
Volvemos ha hablar, esta vez más tranquilos, y me cuentan como son los alrededores. Decido subir primero al Sotllo, de 3.072, que desde este collado, presenta una huella perfectamente marcada.



Desde aquí, las vistas son impresionantes, la pica....casi da miedo, con la cara que me ofrece, oscura, toda piedra apilada, acompañada del su pico casi gemelo, casi de la misma altura, guardándole las espaldas...



En el collado me han dicho, que la pica a toda cresta,  desciendo de mi atalaya, y casi por inercia comienzo a subir, es una trepada muy fácil, enlazando pequeños corredores, donde hay que poner las manos, para no darte con la cabeza, y se ganan muchos metros. Voy hablando con las rocas, les pregunto la dirección buena, para no errar el camino, saludo las pisadas de los que me han precedido, y esta conversación se detiene, al llegar sin casi darme cuenta al pico Verdaguer, de 3.127 m.
Me permite el paso, tranquilamente, me acerco a la dueña del macizo, la Pica D´estats, que con sus 3.141 m. es la atalaya perfecta. Ahora el dilema esta servido. A un lado tengo el Montcalm, y tras la pica, siguiendo la arista, la punta gabarró y el pic rodó de canalbona un poco mas abajo.





¡¡¡ Que coño !!! vamos a lo que hemos venido. Hacia abajo hasta la mierda corre, y corro hacia el Montcalm, de 3.077 m. que con la inercia que llevo, casi me salgo por arriba. Pero claro, tengo que volver a subir a la pica si quiero hacerlos otros dos, así que dale colega, que no se diga. El móvil entra en modo muerte súbita...espero que no tenga que llamar a nadie, para nada. Se volvió loco por lo visto, intentando encontrar cobertura. Que capullo.
Y ya de nuevo a toda cresta, la Punta Gabarró, de 3.114 m. y un poco más abajo, el Pic Rodó de Canalbona, de 3.004 m.
Alguna cordada subía por allí,  se les hizo raro que ellos subieran, y yo bajara, y ese camino desconocido que no me había dado buena espina al principio, resultó ser bastante agradable, ya que las pedreras cuesta abajo, saben mejor.
Y llega un punto, que vuelves al camino conocido, y todo es como mucho más fácil, y a ratos, muchos ratos, se convierte en largo, muy largo, extenuantemente largo.








ANAYET


Todavía me asaltan en la memoria el día en que la roca rozaba mis dedos, subiendo por la vía de los balcones, y esa otra vez en que la cara norte invernal no nos lo puso muy fácil. Siempre me negué, no se por qué , a subir por el camino "normal". Ahora no me quedaba otra opción. O sí.  Tenía la opción de quedarme en casa, y seguir pudriendo mi alma, encerrado entre las cuatro paredes, entre las calles de asfalto y las farolas, y seguir compadeciéndome. La otra opción era moverme.
Los colegas, se van ha hacer la vía de los balcones, y en un último momento, y de rebote, me apunto a la comitiva.
 Pero no subiré escalando.
Hace dos meses ya, que una seria lesión, en el bíceps derecho, y una degeneración natural en los tendones de mi hombro, también el derecho, me recomiendan que comience a entender las cosas de otra manera. De momento, reposo absoluto.
Preparo mi mochila, con mimo.
 Nada de arnés, ni gatos, ni mosquetones de esos que tanto tintinean, ni casco ni cuerdas....Que vacía está mi mochila. La lleno de ganas, de querer salir del agujero, de motivación para subir el Anayet, andando, no pasa nada por no poder ser un marciano de esos que llegan a la cima por rutas distintas....
La alegría de los colegas,se contagia fácil. Y desde el corral de las mulas, o aparcamiento Anayet de la estación de Formigal, emprendemos el camino, con las últimas horas de la tarde.  Me cuesta horrores, dar los primeros pasos, después de dos meses sin hacer nada … Sufro como un perro que sufre, por la delgada senda que nos llevará hasta los ibones .
                             


Al llegar al paisaje conocido, la vista vuelve a ser espectacular, como siempre, un rincón precioso.
Buscamos un sitio para vivaquear, lejos de las tiendas de campaña, y de la gente que también ha llegado hasta aquí.
Tiramos las esterillas al suelo, y retozamos sobre ellas, buscando la piedra traidora que nos dará la noche. E inmediatamente después, nos cenamos los bocatas , y los regamos con una buena ducha de buen humor y muchas risas. Poco a poco, los cuerpos van cayendo en el sueño, y la luna, como un grandísimo foco, alumbra la pared, dándole una apariencia fantasmal.


Las horas, escasas, han pasado, y antes de la primera luz del amanecer, ya están los colegas componiendo el traje de baile, para pasar una bonita jornada danzando en la vertical.
No tengo prisa, hasta que levanten los pies del suelo, pasará un buen rato, y solo tengo que echarme la mochila al hombro. 




Y mientras ellos van por un lado, mis botas enfilan hacia otro. Hoy me siento mejor que ayer, y aunque el paso es lento, progreso con rapidez. La senda está muy marcada, y la mochila no pesa, tantos días parado, y ahora me paro en cualquier sitio, a sacar fotos, a ver las flores, a escuchar crecer las hierbas, a rozar tan solo con la punta de mis dedos, las rocas que aparecen por el camino. No tiene nada de malo andar, no tiene nada de malo subir una montaña andando, pero como añoro el otro camino. En apenas una hora, ya no puedo seguir subiendo, el mojón final de piedras amontonadas, me dice que ya está. Y me dedico a contemplar el paisaje, a contar y enumerar los montes que decoran el horizonte. Muchos de ellos, ya ascendidos, andando, y no pasa nada, pero sigo añorando. Sube mucha gente detrás de mi, es una cima muy popular, y sigo deleitándome con el paisaje. Buscando gritos conocidos, alguna voz reconocible, que me diga que todo va bien, que no hay problemas, y que escalan con fluidez, y así es...…. en tres horas una tras otra las dos cordadas, me dejan ver sus cascos recortados contra el vacío.

SANTI SAGASTE 220 m. 6a Peña Rueba



Cuando te gusta un bar... ese restaurante en el que se come tan bien... esa playa favorita...
Peña Rueba, se esta convirtiendo en eso... en una favorita. Un poco apartada de la aglomeración de los Mallos de Riglos ( que me encantan ) con un grado de dificultad agradable, y quizás para mi gusto, con demasiadas chapas por largo, pero si no quieres, no chapes.
Mi hermano de cuerda es Asier... un poco zumbao también... casi tanto como yo.
Hace frío cuando aparcamos la furgo, y esperamos a que le de un poco el sol a la pared. Aproximadamente la mitad está al sol.   Nos ponemos en marcha.  Apenas nos juntamos con nadie... parece que hoy también, al igual que la semana pasada, vamos a estar prácticamente solos.
JEJEJE... pringao !!!




El inicio de la vía, esta bien marcado, entre unos arbustos.   Así, que ya sabemos por donde empezamos.   Un arbolito, invita a ponerle las patazas encima, para pasar la primera de las panzas, y ni me lo pienso.   Aunque generosamente chapado, se pone vertical.   Es el 6a que le da graduación a la vía.   Las manos se acartonan con el frío de la roca, pero se va dejando... ya he hecho trampas para salir... ya no haré más.   La goma de los gatos, tampoco es muy buen aislante, así que los pies también se van quedando fríos...  ¡¡¡ Joder, que llegue el sol !!!   Al llegar a la reunión, no me la salto, como el otro día.  Vamos a jugar por igual en todos los largos.   Son 20 m. mas o menos mantenidos, que con el frío, no dejan de hacerse peleones.   Asier, viene soplándose las manos...
¡¡¡ joder que rasca !!!



El siguiente largo, tumba mucho, así que es un andao por la pared.  Cordadas como en hordas, van llegando... preguntan por las vías... deambulan a pie de vía buscando... y antes de que nos demos cuenta, por la derecha y por la izquierda, se van poblando todas... unas más y otras menos, pero todas quedan enhebradas.
Vamos progresando por otro tumbao, de IV+, y ya llegamos a donde hay un poco mas de chicha.
Tres largos de V+, y al último de ellos, le dan V+/6a.   La verdad es que se dejan hacer bien, están muy chapados, para tirar en A0, los pasos un poco más complicados.   El pasito último de V+/6a, se pasa muy bien apoyando los pies, en una pequeña sabina, que seguro que no sabia , ni se imaginaba, que seria el felpudo de salida, de las dificultades.
El patio, es impresionante... las vistas, un poco recogidas por la roca circundante, abundan en muchas direcciones.
Ya tan solo nos queda un largo de V, pero vertical, muy vertical, y con buen canto.



Una cadena, que nos llevará hacia la salida, es lo que usamos de reunión.  Lo que queda es III, pero a mi ha sido lo que mas me ha acojonado de toda la escalada.   Una especie de escombrera, donde el miedo a tirar piedras sueltas, te hace andar con mucho cuidado, mirando muy bien donde pones los pies, por que a mi, no me pareció de fiar ninguno de los bolos que toqué y pisé.
Y de nuevo, encima de nuestras cabezas, cielo azul, con alguna nube como decorado.  Ha soplado viento mientras subíamos, y nos ha hecho falta el forro, pero bajando, nos va a sobrar casi todo.



Siguiendo la cadena, llegamos a una cuerda , que nos va llevando desde la cima, hasta la cara oculta del mallo. Por un barranco, y ayudados de cuerdas con nudos, y cadenas, iremos bajando hasta la paz del suelo.  El camino es fácil de seguir.  De aquí a las cervezas, solo nos queda un suspiro....otro andao.

MENDAUR


Después del madrugón y da la paliza de la escalada en Peña Rueba, llego a casa, tiro los trastos y los hierros, y cojo la mochila, con un bocata, agua y un poco de ropa de abrigo, el frontal y las botas, por que ANTSOAINGO MENDI ESKOLA , vuelve a tener salida.
Esta vez es a Mendaur, y es nocturna.
Nos distribuimos en los coches, y nos vamos hasta Auritz, un barrio de Ituren.
La gente del pueblo, disfruta de una apacible tarde en la terraza del bar, cuando ve a una cuadrilla con mochilas ,que siguiendo las flechas indicadoras, sale del pueblo con paso decidido. No quise fijarme mucho, pero las caras eran de..... - se os va ha hacer de noche ...-
Siguiendo las flechas, y las marcas del GR, vamos entrando en el bosque, sin prisas, ya que queremos que la cosa sea nocturna, para escuchar los sonidos del bosque, las pisadas de nuestras botas, y el jadeo de nuestra respiración... aparte de las muchas y variadas chorradas que nos iremos contando de nuestras perdidas imaginaciones, ya irrecuperables.



Va anocheciendo....se nos comen los lobos... Las referencias no existen, todo esta fundido a negro, tan solo, esos circulitos de luz un poco por delante de nuestros pies. Es por eso, que el paso se hace vivo... y por no quedarte solo, que en esos casos acojona un pelín...que se te coman los lobos. Vamos siguiendo ... ¡ coño al que se sabe el camino! , y además es capaz de encontrarlo de noche.... Que titann.
El viento ha venido a jugar con nosotros... cálido...viento sur, ese que vuelve loca a la gente... en las pelis de terror, ya habría salido el de la motosierra, pero ni lo pensamos ni lo queremos pensar... concentrados, seguimos subiendo, y mira... una alfombra de escaleras de piedra, nos dice que estamos llegando al final de la cuesta.




Un bocata que se agradece, a la luz de las velas, cena romántica, mientras aúlla el viento fuera.  Vaciladas varias de postre, mientras planteamos la vuelta.
Arrancamos la pereza que da la tripa llena, y nos lanzamos hacia la civilización, y las luces de los pueblos. El sueño se deja ver por algún lado. Y como toda excursión que se precie, tiene que tener su brindis final, y este lo hicimos a las dos de la mañana, en un Doneztebe - Santesteban, que estaba de marcha, y poco nos faltó para venirnos arriba...