Y querer como queremos, nos lleva a jugar una vez mas con la gravedad. He cambiado de hermano de cuerda. Con Jabi, hace mucho tiempo que no escalo, pero con el he realizado alguna de las escaladas mas alucinantes.
Hoy no se que le pasa. Bueno, si lo se. Lleva mucho tiempo en el dique seco. Sin escalar. Ademas de un montón de meses sin estar juntos, hay que añadirle algo mas. No lo veo todo lo coordinado de otras veces.
No lo siento fino .
Del calor que refleja la roca, del sol que tuesta mi espalda a través de la camiseta. Gozo con las esperas , colgado de una chapa, esperando a que la cordada de tres, libere la reunión. Los largos, se van sucediendo uno a otro. La distancia con el suelo, es cada vez mayor, y de esta manera aumentan las vistas.
Los pasos mas duros, han quedado atras. Entre trago y trago de agua. La enorme cantidad de chapas , baja bastante el compromiso, y el espíritu riglero. El descenso, andando, nos espera, y, después de un destrepe delicado, nos lanzamos barranco abajo, entre piedras y bojes, entre pedruscos y pinchos, resbalando en la gravilla...
Todo lo que bien acaba, acaba bien, y terminamos con un bocadillo, acompañado con cerveza, con unas vistas ....
De nuevo y una vez mas, carretera.
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