Donde deben vivir los ratones coloraos, vive Sin Complejos.
Tampoco los tenemos, nos gusta Peña Rueba y la disfrutamos. Su roca es buena, los aperturistas buscan recorridos verticales y los aseguran para que los paquetes seamos capaces de subirnos por ellos sin pasar demasiado miedo. No tenemos complejos de eso, de ser paquetes. No me queda claro si fue Rebuffat o si fue Lowe quien dijo que "el mejor escalador es aquel que más se divierte", y aquí estamos los mejores escaladores del mundo, desacomplejados.
La vía arranca en un cartelito de la primera chapa, con el nombre, para que no nos equivoquemos y nos metamos en algún fregao de los gordos, recorre un primer zócalo y nos va dejando ver la torre, el pilar por el que nos vamos a subir.
Hoy pega el sol, estamos en cara este, y aunque no quema, se agradece la sombra de las reuniones en arboles.
Somos dos cordadas de amigos bien avenidos, y al llegar a la chimenea, una cordada sigue el camino ya iniciado, y la otra, que no son tan paquetes, se cambia mas a la derecha para subir por el "otro lado", donde hay que apretar bastante más.
Aquí es donde se pone tieso el camino. Aunque le dan 6a o 6b, no nos lo parece. Igual los paquetes están muy fuertes, y se va dejando hacer. La reseña nos marca 16 cintas, y en algún de los largos, quitábamos las de abajo para subirlas más arriba. Creo que conté hasta 23 cintas.
La escalada aquí se hace deliciosa.
En diedro algunas veces, la roca se deja acariciar y se disfruta viendo como los metros bajo los pies crecen mientras el azul se va viendo cada vez más grande. La sombra sigue al lado, hasta que ceden las dificultades y el sol saca nuestra sombra de verdad.
Prácticamente a la vez las dos cordadas salimos al sol, y unos andando y otros rapelando, volvemos a la paz del suelo donde nos daremos el premio merecido en otro bonito día de montaña.
Sin complejos.
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