Va a resultar, que todo aquello del Mont Blanc y tal, solo fue un entrenamiento.
Ya estamos en Georgia, el país del Cáucaso.
Va a resultar, que el Kazbeck, con sus 5000 y pico, por que le dan, desde 33 a 47, y algunos hasta 100 metros por encima de los cinco mil, también va a ser un entrenamiento . Más que un entrenamiento, una aclimatación para el próximo acontecimiento que queremos tener.
Cómodamente instalados en Tbilisi, en nuestro apartamento, turisteando por la capital, degustando su cocina típica, hablando ..... bueno hablando, intentando hacernos entender...en resumen, disfrutando de un lugar muy agradable, en todos los sentidos, con muy buena gente nos estamos topando.
Llegamos al pueblo de Stepantsminda-Kazbegi, como no... que pijos que somos, en transporte privado. No por nada, si no por la rapidez en los desplazamientos. Una habitación, en casa de Archil, un primer encuentro regado con Chacha... vozka georgiano... y una amabilidad que traspasa fronteras. Pero el monte, lo que de verdad nos interesa, esta tapado por las nubes.
Más no importa, como dijo ....
Por la mañana, amanece despejado, y con las mochilas gordas, montamos en un 4x4 que nos va a subir hasta la iglesia Tsminda Sameba de Gergeti, a unos 2100 m.
Y así, quitándonos una hora y media de pateo, colocamos las mochilas en el lomo de un caballo, y nos vamos paseando, hacia las alturas.
El camino, es agradable, la vegetación, es una amplia alfombra verde, tan solo cortada por el camino que vamos siguiendo, perfectamente marcado.
Los pasos se vuelven monótonos....uno tras otro, admirando el paisaje, centrando la vista, en esa montaña que tenemos delante, y que cada vez nos parece más lejos. A cada paso que damos, parece que se aleja otro.
El ejercito Georgiano, también parece que va de excursión. Una docena de aguerridos guerreros, con mochilas como armarios, desfila al lado nuestro, hasta que los dejamos atrás.
Gente que sube, gente que baja, domingueros a dar una vuelta, montañeros con más o menos fortuna, miradas de envidia, miradas de desaliento, miradas de curiosidad....
Nuestros caballos, nos adelantan, y se pierden en la distancia. Antes de llegar al primer refugio, hacemos una parada, en un collado, bajo una pequeña cruz, y comemos un poco de fruta, hidratamos, y fumamos. Todavía no se ve el glaciar por el que tenemos que subir......
En torno al primer refugio, hay un montón de tiendas de campaña, dispuestas en los mejores lugares que han encontrado. Este es el fin de la primera etapa, pero no para nosotros. Vamos ligeros de equipaje, y queremos continuar más adelante. Además no nos podemos quedar aquí..... nuestro equipaje viaja más arriba.
Al llegar al glaciar.... que contrariedad. Nuestros crampones viajan en las mochilas, nuestro piolet viaja en las mochilas.....no hemos traído cuerdas, ni arneses...
Mucha gente se pone los crampones, es normal... mucha gente sube solo con las botas... es normal pero menos. Mucha gente sube en zapatillas, estos son anormales, y a ellos nos unimos, a los anormales....
Además, los caballos, suben y bajan sin crampones ni piolets....¿también son anormales ?
El tránsito glaciar es muy agradable en zapatillas. Tan solo tienes que tener cuidado en no mojarte los pies, en los riachuelos que bajan por efecto del deshielo. Está tapizado casi en su totalidad, por piedrecitas de la enorme morrena que hay a sus costados. Apenas hay grietas, estas son evidentes, y apartadas del camino que nos llevará hasta el refugio Bethlemi, a unos 3600 m.
Con la tontería, nos hemos zampado unos 1500 m. de desnivel.
Pero al llegar, no todo es maravilloso. Si que están nuestras mochilas. Si que hay sitio para montar la tienda. Si que hay mucha gente, todo rusos, menos nosotros dos.
Lo que nos encoge el corazón, es la cantidad de mierda que hay en el campo. Una de las tiendas que hay cerca del basurero, se queda corta de altura, junto a la montaña de basura.
Las lágrimas, casi no nos dejan ver donde montamos la tienda. Tiene mucha culpa de estas lágrimas, la basura, pero la otra parte tiene que ver con el viento. Parece que ha venido a saludarnos, pero ha venido a quedarse. Nos instalamos todo lo cómodamente que podemos, y nos vamos a buscar el camino que vamos a seguir mañana.
No hay problema. El camino, se pierde a nuestra mirada...
La cena es frugal, dentro de la tienda. Pronto al saco. Tampoco hace falta madrugar, ya que mañana es un día de aclimatación . Durante la noche, el viento se va viniendo arriba.....como en la disco con un buen dj....se va subiendo....se va subiendo......arriba....vamos, sube, sube , sube....subidooooón.
Levanta las piedras de un lateral de la tienda, y azota con fuerza la tela. Adentro el ruido es insoportable, a un volumen brutal...las dos de la mañana, las tres....el dormir es difícil, vuelta dentro del saco.....otra vuelta.....y así , hasta que amanece, momento en el que no cesa.
Parece que con la nueva luz, las cosas se ven de otra manera....ya sabemos lo escandalosa que es la tela de la tienda....
Desayunamos un té con cuatro galletas, y decidimos no quedarnos allí, y ver que hay por arriba. Tan solo yo cojo piolet...vamos solamente a dar un paseo....a aclimatar.
No es la primera vez que me pasa, que dando un paseo....
Seguimos recorriendo el lateral de la morrena de este enorme glaciar..... Mira, en aquella ladera, las piedras caen sin parar.... y algunas son enormes.
Con cuidado, vamos pasando todos, los paseantes, los trekers, los " alpinistos". Unicamente, cuando el glaciar se pone serio, la gente se va evadiendo por los alrededores, a comer el bocata, o a sacar unas bonitas fotos. Nosotros, como solamente queremos aclimatar, seguimos la huella ampliamente marcada, y seguimos hacia arriba. También paramos a echar un trago, a comer algo... pero los ojos, nos adelantan las acciones, y ya están arriba.
Vemos la cima relativamente cerca.... hemos leído, que desde el collado en el que nos encontramos, son 400m. los que nos separan de ella..
El día es luminoso, tenemos muchas horas por delante, y el viento está en relativa calma en este lado de la montaña.
Seguimos el ritmo de nuestras botas, y paso a paso, seguimos la huella, que más que huella parece trinchera. Nos cruzamos con gente que viene de arriba...algunas caras, son de decepción, otras de alegría, todas de cansancio, y los idiomas se quedan en un ..Hi.... a la inglesa, que parece que todos entendemos. Pasos cansinos, pasos derrotados... unos para arriba, y otros para abajo.
Seguimos la huella.... parece una peladura de naranja, vamos dando la vuelta a la montaña. Entramos por la cara sur, pasamos por la oeste, y ahora vamos a dejar la norte para seguir por la este.... siempre en ascenso.... mas o manos suave, mas o menos duro.
De momento, la altura y el señor del mazo, no se han fijado en nosotros, y continuamos.
El viento a veces, nos frena el andar.... paciencia.
A poco menos de 40 m. en vertical, el frío y el viento, nos paralizan del todo. ¿ como puede ser posible, que haga tanto frío, con el sol tan espléndido que luce ?
Estamos por encima de la cota de los 5000....con algo más de 1500 m. de desnivel hoy también.
Nos obliga a taparnos más... nos obliga a detenernos, las ráfagas son tan fuertes, que nos obligan a desistir.
El Kazbeck no nos deja subir más arriba. ¿ Cima ? Si. Es nuestra cima, apenas a una z de llegar, nos damos la vuelta, no importa, el riesgo de salir volando, es grande.... que mas da 40 que 29....
Le hemos dado , lo hemos peleado, y salíamos a dar un paseo de aclimatación. Está echa la cima..
¿ está echa ? para mi y para mi compañero Ramón, está echa.
Buscábamos una cosa y nos llevamos dos....La ¿ foto?
No. La experiencia.
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