USHBA 4700m. CAUCASO GEORGIA



Esta es una historia de amor.
Una historia de amor desde la distancia. La vi aquel verano del 2012. De lejos, desde otro país. Desde el Elbrus, cuando estuvimos en Rusia jugando a ser alpinistas.
Formó ya parte de mi vida. Siempre en mi recuerdo. Ella se llama Ushba.
Hace  ahora tres años, estudiamos la posibilidad de acercarnos a sus faldas, pero los problemas entre países vecinos, nos cortaron el rollo.
Hoy estamos debajo de ella. Se muestra indiferente, alta, recia, fría. Se que a pesar de toda mi pasión, me ignora.
Al fondo del valle del Dolra, subida en su pedestal de glaciares, desafía .
Hasta Mazeri, nos lleva nuestro transporte privado . Giorgi . Desde este pequeño pueblo, organizamos una cita
María  nos hace de casamentera,  nos ayuda con el alojamiento, y con el caballo que nos va quitar dos horas de llevar 25 kg. a la espalda.
Caminamos, entre bosques impresionantes, frondosos, oscuros, donde viven osos y lobos. El sol apenas llega hasta el suelo. Después, el caballo ha echo su trabajo, y les toca a las piernas darlo todo.
La mochila parece estar pegada al suelo, y al ponerla a la chepa, parece querer pegarnos a nosotros también a él.
Su trono queda alto, y se desparrama por el valle en forma de cascadas y torrentes, acompañándonos en el sentido contrario a nuestra marcha.



 


                                 

- Dormir aquí.-
María nos ha guiado.
En la entrada al glaciar, hay un memorial a los caídos en ella. Enamorados como yo, seguro. Espero que no nos trate igual, sería precioso descansar para siempre a sus pies.... pero se que soy fácil, y pronto me volveré a enamorar.
La mañana, despierta radiante, el sol comienza a calentar, plegamos el campamento, y nos lo volvemos a echar a la espalda. Vamos a entrar en sus dominios. El acceso esta roto, descompuesto, apenas nos deja caminar, la morrena empujada por los diversos glaciares, se muestra caprichosa, y además no tiene sendero, hay que hitarlo, para que la bajada sea menos compleja. La información que hay de ella por la vertiente Georgiana, es casi inexistente, nula. Todo el mundo la aborda desde la vertiente rusa, más fácil, más cómoda, y más rápida.
Ayer, fueron 1000 m, cargados como mulos, hoy son casi otros mil, pero llevamos menos peso..... ayer cenamos y hoy desayunamos.




El acceso esta abierto. Después de la morrena, el glaciar se muestra más amable. Nos postramos a sus pies, y deshacemos para rehacer de nuevo el campo.
 Esta noche voy a dormir junto a ella.
La noche es plácida, no hay viento, no hay ruidos... o sí.... nos tira piedras lejanas que nos inquietan... nos quiere llamar la atención.
La mañana, llega , y se ha cubierto con un velo de nubes. Comienza el día y nos intimida...se sacude los seracs...y con estruendo nos manda una nube de nieve fina....
Algo nos quiere decir.....el ambiente se ha vuelto frío....debemos taparnos. Quizás todo el amor profesado no sea correspondido, quizás este harta de pretendientes..... aunque la vertiente georgiana, apenas es transitada, la vertiente rusa suele estar llena.
Nos quedamos compuestos y sin novia..... intentamos trastearle un poco por los bajos... intentamos acercarnos al corazón, le llamamos a gritos, y nos hace oídos sordos...
Con el corazón encogido, nos vamos...ni todo el amor es suficiente para subir por sus heladas pendientes.
Roto de esfuerzo, para nada, ni tan siquiera una mirada, una caricia...pero lleno de energía, para intentarlo de nuevo, desenamorarse para enamorarse ... soy fácil, lo sé.....pronto habrá otra rondando mi cabeza...pero quiero agradecerle los paisajes, la compañía, el esfuerzo, el agua ,el aire, las noches y los días tan fantásticos que he pasado a sus pies, el peso , los calcetines mojados....sin ella no habría sido posible.







 

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