INTERROGAZIOA. 120 m. 6A/+ OGOÑO.

 


Otra vez mangando reseñas. 

Otra vez recorriendo caminos trillados. 

Caminos trillados aunque sean verticales. Aunque sean caminos verticales. 

Apenas queda espacio para inventar nuevos. Suspendida en el mar y la playa, la pared está surcada por muchas vías. Le tenía ganas. Le tenía muchas ganas. Suspiraba por acariciar su roca, y ver como se comporta mi pobre escalada en ella. Los dos mosqueteros vuelven. El otro, se va a desvirgar en esta pared.

El día amanece fantástico. Una ligera brisa sopla en la aproximación, desde el cementerio de Elantxobe. Vamos eligiendo vía, mientras bajamos y destrepamos el camino pegado a la pared. Muchas cordadas se afanan ya en ella. La que tenemos en mente hacer, no se aconseja. Alguno de los boles que unen la chapa y la roca, se han partido con la mano. Corrosión al lado del mar...

Será por vías.

Cuatro largos, de V+, V, 6a/+ y V, no asustan. Yo estoy en ese grado.





Arranca Luis el primero. Está asalvajao. Detrás va el paquete. Ramón el último. Cuando coloco los pies, me doy cuenta que va a ser divertido. El A0 está descartado. Los seguros alejan. Guían pero alejan. El tema de la cuerda por encima de la cabeza, hace que la presión sea mínima. Cuando me toca, mido las fuerzas y aprieto lo justo. Quiero disfrutarla, y de momento, lo estoy consiguiendo. No es lo más fácil dentro de este grado que e escalado antes. Realmente es un grado recio.

El segundo largo, se pierde a la vista en un diedro chimenea. Tan solo es V. Muy animado me subo. La línea de chapas, me va guiando. Los cazos donde agarrarme, se van haciendo más pequeños, o eso es lo que a mi me parece. Con los pies por las dos paredes progreso. Debo arrastrarme en algún momento. Llego a una especie de cueva, y pierdo el camino. No veo chapas donde asegurarme, y mi cabeza empieza a tener dudas. Meto un friend, creo que ha quedado cañón, pero la última chapa queda como a unos tres o cuatro metros por debajo de mis pies.                                                                                         - Si te piras, la ostia va a ser de las buenas, y encima te quedarás empotrao....-                                     Mi mejor amigo, es mi mayor enemigo. Yo mismo. Se me llena la cabeza de miedos, y no dejan sitio para el disfrute. Me acojono de repente, y no lo veo claro. He pasado de gozar a sufrir, en apenas nada de tiempo. Pido que me bajen, y me como la vergüenza.                                                                             - No pasa nada tío. A cualquiera le puede pasar... -                                                                                   Es Ramón quien se ata las cuerdas, y se va. Pasa tranquilamente donde me he cagado de miedo, y llega a la reunión. No nos vemos, ni nos oímos, pero sabemos que es lo que tenemos que hacer.




Veo donde me he perdido. Veo la chapa que no encontraba, y veo los pasos que no he sabido dar. Me reconcomo por dentro. Que flojo. 

El largo duro, le toca a Luis de nuevo. Este desploma un poco al principio, y creo que es el paso que le da el grado a la vía. Tiene buenos agarres. Más arriba, las formas de la roca, y el mar a la espalda, le dan un ambiente muy bonito.

El viento sopla con mas fuerza. Como dicen estos, va "in crescendo". La reunión es una de las peores en las que he estado en toda mi vida. Tres personas colgando de dos chapas, sin sitio para los pies, sin sitio para colocarnos. Me voy rápido a terminar. En este V no me cagare encima ¿No?

Me hablo y me calmo, y realmente disfruto este último largo. Corto, pero muy intenso para mi. Uno de otra cordada, en la última reunión, que es compartida, me dice que tenga cuidado con Ogoño. Que crea dependencia y adicción.  Mis hermanos llegan al final y un poco más arriba, donde ya se pueden soltar las cuerdas. Con cuidado salimos de la zona expuesta y subimos hasta arriba, para comenzar el descenso por un camino repleto de andarines.

Me ha gustado la escalada. A pesar de los pesares, a pesar de mis miedos, a pesar de mis limitaciones. Hoy ha sido la primera, pero no será la última.


                             



                                   






















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