Hace frío en el ambiente, y esperamos a que el sol ilumine toda la pared y la caliente un poco. Una cordada ya está metida y dejamos que se alejen. Según la guía, comienza por un largo fácil y enseguida hace una travesía también por terreno fácil, hasta una reunión intermedia que pasaremos hasta llegar a la primera reunión, donde ya comenzamos a subir en vertical. Muy ufano empiezo este primer largo fácil y comienzo a trepar, siempre bajo la mirada atenta de Luís. Pero... pero... antes de llegar a la que va a ser mi primera reunión, veo chapas y me voy siguiéndolas.
La cuerda comienza a rozar bastante.
La escalada que parecía fácil, me doy cuenta que o estoy muy flojo, que puede ser, o la reseña no dice la verdad. El caso es que yo esperaba un IV y estoy metido en un 6. Ni yo ni mi compañero nos damos cuenta. Casi a tope de cuerda, y a tope de fuerzas ya que con el roce de la misma parecía que arrastraba un tractor, llego a la reunión. Luís me sigue. A el el IV también le parece una pasada de duro.
Mas no importa, si vamos mal, seguimos yendo mal. El siguiente largo, nos enteraremos después, es un 6a+. Más peleón si cabe que el anterior, sin tanto roce de cuerda, ya que subimos rectos para arriba, pero peleón. En la siguiente reunión, hacemos una pequeña travesía a la izquierda, expuesta, sin seguros, y volvemos a parar. Miramos hacia arriba y nuestros ojos conectan con la cordada que tenemos delante. Preguntamos y la respuesta no es la que esperamos. Nos hemos salido de la vía. Estamos en la " Directa as cimas. ( 280 m. 6c )
No sabemos como continuar. Solamente vemos una salida, y es hacia abajo.
Yo no estoy preparado físicamente ni mentalmente para meterme en un par de largos de 6c y otros tantos de 6b+. Ni en A0
Desde el punto en el que nos encontramos, no podemos ubicarnos . La pared es enorme y nuestro punto de vista, muy pegado a ella.
Toca bajarse.
Un primer rapel con mucha tendencia hacia la izquierda hasta una buitrera donde hay dos argollas, y de aquí un par de rápeles hasta el suelo. Habíamos subido unos 150 m.
Después fuimos a los "volaos", por echar la tarde.
Por la mañana se jodió la furgo, esperamos a la grúa, esperé en el taller, la arreglaron.
Antes apareció Asier, se fueron a escalar e hicieron la "galletas" ellos dos.... lo normal en un fin de semana.
TOÑO UBIETO
No madrugamos, ¿para que?, ¿para seguir teniendo mala suerte? En Peña Rueba buscamos una vía donde quitarnos la espinita, y pensamos que la Toño Ubieto, en el centro de la pared del mallo de la calva, por detrás de ese espoloncillo que se ve en el centro de la foto hace un diedro, por ahí nos vamos a subir. Solamente tiene un paso de 6b, un pasín, y además acerable.
Comienza Asier, adentrándose por una especie de barranco bastante tieso. Le sigue Luís por ese pasín, Sigue Asier, sigue Luís, y ya me toca a mi, una travesía un poco expo, donde como te vallas tienes pendulada, y unas pancitas para darle emoción. La cámara que llevo para intentar recoger mi escalada, decide golpearse con una de esos techines, partir el soporte, y largarse para abajo sin despedirse. Los tres vemos espantados como sin quererlo, se va a llenar un poquito mas de mierda el monte.
Desde la cima, el descenso es por la "normal", hasta la ferrata sur, por donde bajamos casi todos los que escalamos en esta parte de la peña.
Buscamos la cámara por donde intuimos, entre las matas, sobre las matas, esperando el milagro de que se haya quedado en la parte alta de los bojes, y no se haya reventado. Se ha esfumado. No encontramos nada, a pesar de estar un buen rato tres pares de ojos mirando y buscando.
Era el finde perfecto, y ha salido un poco raro, y un poco caro. Una bonita vía variada, donde el grado no la complica, pero tampoco te emociones.
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