MARIA JOSE ALLER 550m. D+


Después de llegar a casa corriendo, deshacer una mochila y hacer otra, corro a reunirme con mi hermano de cuerda... y carretera ... que toca Telera.
Dormir poco, y antes de que salga la luna, ya tenemos medio desayuno en el estómago, mientras vamos colocando todo en la mochila, y los arneses en la cintura. A la luz del frontal nos adentramos en la noche, en busca del lugar donde queremos jugar.


Al llegar la puerta esta abierta, y el día comienza a desperezarse, con una débil luz a nuestras espaldas. Dejamos de perseguir el circulito de luz que se mueve inquieto delante de los pies, mientras subimos el interminable cono de entrada al corredor. Nos aburrimos de subir... la nieve a estas horas de la mañana, esta dura... a ratos, por que de repente esta polvo, y se deshace bajo las botas.


Llegados al primer resalte, la duda ataca un instante, pero las ganas de vivir, la apartan a un lado, y en solo integral, sin cuerdas , le ganamos la partida.


Mas campa para pasear, siempre ascendiendo, hasta darnos con un nuevo resalte. Aquí si. Aquí sacamos las cuerdas, y nos preparamos para pelearlo. El hielo, se pone tieso, como a unos 70 º de inclinación, y hay que andar con cuidado. Esto no es lo que hemos dejado atrás.


Pero cuesta poco domarlo, esta como dormido, o estamos pletóricos. A partir de aquí, en ensamble, se progresa muy bien. Al volver la vista atrás, el espacio se convierte en un agujero, que parece querer tragarte, con un telón de fondo de bellas montañas nevadas.


El paso clave de la vía, se muestra ante nosotros. Se pavonea, con su dificultad, intentando crearnos dudas.
Todo es cuestión de entrarle con los piolets por delante. Los pasos son delicados, el hielo esta muy trillado, y apenas tiene consistencia. Lentamente, buscando bien los emplazamientos, gancheando entre la roca, asegurando a un clavo que no se cuanto tiempo llevará aquí, salgo triunfante por arriba, y busco un lugar donde montar una sólida reunión.


Mi hermano de cuerda, viene detrás, y sale por fin atravesando la enorme cornisa, que pendía sobre nuestras cabezas.


El reloj se ha detenido, nos ha costado un suspiro entrar y salir de este corredor. Nadie por delante, y nadie por detrás, hemos estado solos, disfrutando de esta maravilla, creada por la naturaleza.
Ahora buscamos los rápeles de salida, y nos vamos a comer...y nos vamos a casa.
Toca descansar, que ya es hora.

BALERDI


No es extraño,que, cada vez que sale mi club de montaña,  el tiempo se estropee.
Sin apenas haber dado dos pasos, las nubes grises aparecen, y en unos pocos minutos, comienzan a dejar caer su carga. Esto nos hace mirarnos, y volver a comentar lo de siempre.... Pensamos que va a ser otra excursión, pasada por agua.
 Al rato aclara, y el agua en vez de mojarnos desde arriba, nos moja desde abajo. Hay que andar con cuidado, para no quedarte enfangado.


La ruta, no es exigente, y se convierte en un paseo agradable, donde vamos ganándole a Balerdi, desde atrás hacia adelante. Al llegar a la arista, hay pelos que se erizan al ver el paso aéreo, que se abre delante nuestra. Recuperamos fuerzas... ¿ para ver si nos entran ganas de continuar?...


Las ganas no aparecen y los ojos se salen de las órbitas al volver a ver el sendero.
Tras unos pocos titubeos, alguien se lanza adelante, y consigue la cima.
Como siempre después de subir, toca volver a bajar.
Elegimos un camino jabalinero, por ahorrarnos una hora de andada, y nos cuesta casi tres. Es la hora de la diversión. Con los cuerpos ya algo cansados, las piedras del camino, se cuelan entre nuestros pies, y nos ponen la zancadilla, no una, ni  dos veces, si no unas cuantas más.


El camino a trozos, parece la decoración del belén que con tanto musgo poníamos de pequeños, mientras por encima de nuestras cabezas, la comunidad de buitres, se ha puesto en marcha. Quizá estén esperando la hora del aperitivo.
Nunca pensé que lo diría, pero al ver el cementerio del pueblo, me he quedado aliviado. Ya llegamos al punto de partida de esta bonita circular, y respetando las tradiciones, volvemos a poner el broche final, con una sonrisa y otra cerveza.

ORREAGA/RONCESVALLES

¿ Que importa que una cima, no tenga repercusión mundial, para que el momento en el que tus botas llegan a ella, te sientas el mejor montañero del mundo ?

Otra pequeña cima, en un pequeño monte, donde comienzan a nacer los grandes. A medio camino, entre el mar cantábrico y el pirineo. En un entorno donde la historia ,cuenta . Un lugar, cargado de magia y leyenda. Puede parecer poco argumento, para hacer un paseo, entre hayas, en medio del bosque autóctono y de los mas puros, que se puedan encontrar.




Hoy quiero jugar con las raquetas, pero no al tenis. Para eso, ya hay muy buenos. Me las calzo, para torturar mis tobillos, respirar hasta el jadeo y notar la falta de aliento. Mojarme y calarme hasta el algodón de la ropa interior..y, para qué...para vivir un día más, en compañía, con alegría,con la motivación de la superación personal, con palmadas de camaradería en la espalda, pero sin aplausos.


Que mas dá donde he estado. He disfrutado.Otro cajon de la estantería de los recuerdos,en el almacén de la memoria, que se llena de vivencias. Mucha gente, ni tan siquiera habrá oido hablar de el. A alguno le sonará su nombre, y alguien más, conocerá su cima. A nadie le importará donde haya estado, pasados unos momentos de la conversación. Pero alguna vez me asaltará el recuerdo, y abriendo el pequeño cajón, sonreiré. Quizá vuelva, quizá nó.

ARISTA DEL PALOMARES


- ¡¡¡ La verdad es que se estaría mejor en casa. Peligroso pensamiento para un montañero. !!!- 
Como dijo el gran Hermann Buhl...que agusto se esta tirado en el sofá, y más si te lo dan todo hecho. Conozco alguna gente, y me incluyo entre ellos, que hace mucho tiempo, nos debió picar algo, y se desarrolló  por dentro, que no nos deja parar.
Este fin de semana, llegaba otra borrasca madre al pirineo, con lo cual...quietos en casa. Pero ese gusano interior, picaba y picaba...


Lo mejor para salir, es tener una buena agenda, y conociendo al personal.....a la Sierra de Cantabria.
Sábado regular, y domingo mejor. El tiempo no es nuestro aliado, pero nos deja jugar.
Logroño, Pipaón, y arriba que nos vamos, con la mochila llena de trastos, un poco de agua, y algo para picar. Llovizna suavemente, a ratos para y a ratos arrecia un poco...¡¡¡ Bah!!! ,  seguimos quitando el agua a los bojes del camino. El agua chorrea por la ropa, y busca sitio, para meterse entre las botas y los calcetines. No importa, tenemos sed , y lo que cae del cielo, no nos reconforta.


Llegamos al collado del Recilla. El viento crece como de repente, y es al ir a buscar la arista, cuando se hace mayor, y casi nos arranca del suelo. Lo sentimos señores del gobierno, pero nos vemos obligados a abortar. Sin saber a que supuesto acogernos, damos la vuelta, y como alma que lleva el diablo, huimos literalmente.
Logroño, nos resulta acogedora, sobre todo la calle del laurel, e intentamos ahogar nuestras penas, en algo que no sea agua. Curiosamente, todo el mundo al otro lado de la barra,  intenta que no nos deshidratemos. Aceptamos gustosos ....pero amigo, el gusano sigue picando, y decidimos refugiarnos del agua y la cerveza, e irnos a dormir.
Amanece que no es poco....y el día parece que promete. No llueve, no hace frío, y con la humedad de ayer, nos echamos al monte.


Todavía patina algo la roca, pero esta ligera brisa, nos secará la roca deprisa. Bonito pareado.  La brisa crece hasta convertirse en su hermano mayor, y este en su padre, y este en su abuelo, y cuantas mas generaciones de viento pasan, mas grande se hacen las rachas. Acrobacias, unas veces con seguros, otras sin seguros... Piedras que se van quedando atrás, muchas piedras por delante, y el ánimo que no decae.


 Ya casi tenemos el final en nuestras manos y botas, pero un collado con escapatoria, nos invita a la retirada. Ya son unas cuantas horas, haciendo de vela de barco, peleando y no siempre ganando. Muchas veces nos hemos tumbado como se podía, en el filo de roca, para no ser arrancados. Nos refugiamos en las espaldas rocosas, para poder echar un trago de agua, y al querer seguir...seguimos jugando a ser bandera.


Una cadena, es tan fuerte como su eslabón mas débil. Abajo... a casa... a pasar calorcito. Es mi segundo intento a este recorrido, habrá un tercero, quizás un cuarto, pero por lo menos, el gusano se ha acurrucado en algún sitio, y hace ya un rato que no molesta.  Hasta que se vuelva a despertar.


INICIACION A LAS TECNICAS INVERNALES

Dos chavales nuevos.....una pareja a última hora....dos viejos amigos.....
De nuevo el club, plantea la posibilidad, de que la gente aprenda algo nuevo, con vistas a la seguridad en la montaña, nuevas técnicas, nuevas habilidades...
Es la hora. Otra vez un viaje, con las mochilas cargadas de ilusiones.



Vamos a pelearnos, con el viento, el frío y la nieve. Queremos ser un poco mas alpinistas, y este medio, siempre tan cambiante, no nos va a dar apenas tregua.
La ventisca, nos obliga a salir bien abrigados, tapados como nazarenos, apenas la línea de los ojos, y sin sombrero picudo. Hoy en este escenario, va a tener lugar nuestro martirio.....
Avanzar , cuesta por la nieve recién caída, y por la que esta cayendo. Siempre es un alivio desprenderse de la mochila, pero cuidado, dentro de unas horas puede que este tapada. La niebla, nos suprime las formas y los colores, a ratos no sabemos si andamos por nieve, o si flotamos a dos palmos del suelo. Las caídas y detenciones, se suceden, ahora tu, ahora yo, la técnica no es difícil, pero exige estar atento. Esta vez no paras, pero la siguiente ... si. Una , dos, cien....cuantas veces has patinado ya...?

                                  


No importa cuantas, hasta alcanzar la perfección, seguirás cayendo e intentando parar. Cuerdas heladas , rebozados de nieve, casi empapados, pero el brillo que sale de esa apenas línea de los ojos, ilumina el día. Es un martirio, en el cual se escuchan risas....masoquismo? Quizá haga falta ser un poco masoquista, para disfrutar en estas condiciones. Puede ser el precio de los sueños.


En ningún momento se oye el canto del viento, se cubre con las mas variadas conversaciones, y al caer el día, el debate sobre mil cosas, no tiene hora para descansar.


Mañana mas, con menos nieve volando, y al final saluda el sol.  Paisaje inesperado con luz... que gozada de vistas.


Apretones de manos, jurando amistad eterna... Volvemos a casa, con la mochila cargada de ilusiones, y de amistad. Quizás el precio de los sueños esté justificado...?????

BISAURIN


Decidir la fecha de una excursión, con cinco meses de antelación, es como jugar a la ruleta rusa del tiempo. Sobre todo, si lo que quieres es hacer una salida invernal, y que además este al alcance de todo el mundo.
La méteo, lo confirma. El tiempo va a ser bueno, aunque al final del día se va a complicar. El punto de salida, esta vez, es el refugio de Gabardito.


Un poco mas largo, pero menos masificado, y mas aislado. Este valle, me enamoró hace mucho tiempo.


Cuando alcanzamos la nieve, esta se muestra dura, y con los crampones puestos, la progresión, es mas agradable. Las sombras, pueden llegar a ser pistas de patinaje. Ahora en grupo, a rueda del compañero, ahora solo, metido en mis pensamientos, parado haciendo fotos, o echando unas risas con el resto de la gente, el paseo hasta el collado del Foratón, ha pasado en un casi sin darme cuenta.


Unos sorbos de agua, y algo de chocogasoil como combustible, y los pies, empujan hacia arriba. Unos a un paso, otros a otro, y la gente se desperdiga por la pala.


Caras de cansancio, de sufrimiento, incluso de miedo, respiraciones agitadas, pechos en un constante sube y baja, intentando tragar mas aire del que entra. Mi camiseta, por efecto del sol, huele como un cuarto de plancha, humedad caliente, que sale de mi espalda. Un grupo se para, otro sigue, allí a la derecha, alguien se inventa un camino de zetas eternas, otros punteras clavadas, y todo tieso...


Ahora me paro yo, y volviendo la vista, veo un Moncayo, flotando sobre el horizonte. Gente con la vista clavada en el suelo, buscando donde volver a colocar el siguiente pie, manteniendo el equilibrio, sobre bastones y piolets. Paso a paso, la pala va perdiendo inclinación, y el viento sopla un poco mas insistente.


Ultimas jorobas desalentadoras, y por fin, la cima. Ya hay un grupo saliendo para abajo, el viento es muy frío, y quizás, toda la ropa que hemos traído, no nos mantenga caliente. Una foto de cima . Corriendo los que bajan, se juntan con los que ahora llegan, un saludo corto, y una nueva bocanada de aire.
   - ¡¡¡ Animo que ya estáis !!!-
Ahora son otros los que posan para la foto, y a desandar lo andado. De nuevo, cruce con los que todavía suben. Les falta un pelo para darse la vuelta, pero el apoyo de unos que bajan, y se vuelven a subir, ayuda a que todos tengamos la foto de cima.


Todo se ve del revés ahora. Los miedos que nos acechaban subiendo, se pueden tocar a la bajada, que fácil subir, a pesar del esfuerzo, y que complicado bajar cuando la gravedad nos tira de la cabeza hacia abajo.
Paso ....paso....paso....paso....todo camino comienza con el primero, y el ultimo que den nuestros piés, logrará el final del camino. Acumulamos horas de andar y andar. Un pié, pide permiso al otro para ponerse delante. Otros maquinalmente, ni tan siquiera piensan en lo que hacen, se dejan llevar por la inercia del grupo, para llegar abajo. El reloj, ha dado un montón de vueltas, y las horas se nos han ido. El sol que no estaba, se vuelve a ir...algunas nubes han venido....


Mañana, los músculos doloridos, nos recordarán un bonito y agradable día de monte.

SOMBRE HEROS II / 5 100m.

SOMBRE HEROS



Partimos hacia las 9 de la mañana hacia Ceillac. La temperatura es de –6ª c.



Tras una corta aproximación, comenzamos un primer largo en free, es decir, sin cuerdas ni tornillos. Es corto, unos 15 o 20 m. El hielo es muy fácil de escalar.


De repente, al levantar la vista, aparece ante nosotros, el free standing, de unos 20 m. Es mi desafío para este año. Es un grado 5, y nunca antes, he escalado este grado en hielo. Me acerco hacia el, con decisión. Tengo la cabeza en su sitio, y aunque me impone, no me asusta.


Comienzo a escalar, un piolet tras otro. Esta lleno de tubos de hielo, macizos, pero bastante finos. Por el centro baja bastante agua. La cosa se pone muy tiesa, pero no me arrugo. Un tornillo en la base, para no llegar a las pistas de esqui, y colocando pies, y colocando piolets, comienzo a ganarle centímetros.


A los pocos pasos, me coloco, y meto otro tornillo. Continuo en esta verticalidad, dejándola abajo. Vuelvo a colocar otro tornillo, y los brazos ya me arden. En este tornillo, paso la disipadora, y me la ato al anillo del arnés. Descanso. Tengo los brazos hinchados, y aunque no puedo verlos, los noto. Recupero un poco, y comienzo. Pegar con los piolets, cada vez se me hace mas difícil, cada vez tengo menos fuerzas. Vuelvo a colocar otro tornillo, y me vuelvo a colgar. Me recupero, pero menos que antes. El esfuerzo, es para mi brutal. Vuelvo a ganar centímetros, y decido colocar otro tornillo.


Estoy tan concentrado en colocarlo, que no me doy cuenta de cómo me abandonan las fuerzas del brazo, tengo metido medio tornillo, y la mano que sujeta el piolet, se me abre, sin darme cuenta. El hielo, comienza a pasar frente a mis ojos, a toda velocidad, y un grito escapa de mi garganta, estoy volando hacia el suelo. El cordón umbilical que me mantiene unido a los piolos, ya no puede estirarse mas, y eso me detiene, me quedo colgado, sin hacer uso de los tornillos. Ni tan siquiera me da tiempo a asustarme.


Descanso otra vez, pero me da miedo que el sistema falle, así que saco nuevas energías, y me supero de un piolet, hasta que recupero el otro. Termino de meter el tornillo, y paso la cuerda. Ya ni tan siquiera miro abajo, solamente pienso en subir, y salir de allí. Escalo un poco mas deprisa, pero con seguridad, ya que comienza a tumbar un poco, y por fin llego a la reunión.- ¡¡¡ .. Descolgarme, que bajo...!!!! -.



 La sonrisa se instala en mi cara, lo he conseguido, mi proyecto para este año, he sido capaz de cumplirlo. Estoy satisfecho.

PARED NEGRA DE ORIHUELA


Directísima, 130 m.  6a

Orihuela diciembre de 2013...... ¡¡¡ Que coño hago yo en Orihuela !!!!
Aprovechando una escapada, a ver a unos muy buenos amigos, cruzo media península, para llegar a Elda. El viaje, como te puedes imaginar, monótono, y pesado. Tuve suerte que no hubo mucho tráfico.
 Tengo una deuda de escalada, y en su momento, Hector decide regalarme una vía en el Ponoig.
La emoción contenida durante unos meses, está a punto de estallar. Más , la cosa, no pinta bien. En este lugar del mundo donde apenas llueve, estos días, va a llover. Va a estar claro, quien es el gafe. Cambiamos la zona de escalada, por un lugar mas seguro. Nos vamos a la pared negra de Orihuela.


La aproximación es de las buenas. Diez minutos a pié de vía. Nos vestimos para la ocasión, y comienza el paseo. Mientras Hector abre el primer largo, soy capaz de quedarme helado. Dejo de sentir las manos y las puntas de los pies, a la vez que algún escalofrío me recorre la espalda. Casi ha llegado a la primera reunión, cuando la lluvia que se insinuaba desde hace un rato, comienza a calar la roca.


Los movimientos exigen de mucha precaución, y un aseguramiento atento. Estoy a punto de dejar pasar la oportunidad de escalar esta vía, pero la roca seca rápidamente. Ha sido un pequeño chaparrón. Subo hasta su altura, con cierto temor, no conozco la roca, que se vuelve pinchuda, y muy adherente, y después de unos pasos, ya me siento mejor. Inicio el segundo largo. Los seguros fijos, alejan que da gusto . Por suerte nos hemos traído los nuestros. Colocar un friend, con la mano derecha, en un agujero, que esta a la altura de mi cadera izquierda, con los dedos metidos en un bidedo invertido, tan solo apoyado en la puntera izquierda de un pie de gato, me hace contorsionarme, y pensar en volverme ligero, ya que si me voy, la última chapa, hace rato que desapareció bajo mis pies, y el viaje al que me estoy arriesgando, me pone los pelos de punta.
El cuartillo cachondo,del siguiente largo, ha dado mas trabajo del esperado, ya que si eso es un cuarto.......


Un diedro, que no nos corresponde en esta vía, ha sido el camino elegido para buscar el final. Es la salida de otra vía, y se pone como en 6b, pero bien chapado, aunque algunos pasos, están como bombillas de pulidos, y por fin, toco el cielo.
Mi hermano de cuerda, llega ligero, y comenzamos un descenso a la normalidad, acompañados de nuevo por la lluvia que viene a despedirnos.