LA AUTÉNTICA.150m.6C RISCO DEL MORRÓN, LA PUEBLA DE ARENOSO, MONTANEJOS.



El cielo se cae por media península, y me avisan que en Montanejos, no se cae ,que permanece en su sitio.   Luis, Ramón y un servidor, se tragan un montón de km, para poder escalar.   Llegamos ya de noche, a uno de los chozos que tienen controlados esta pareja.   Un atrio de iglesia, silencioso, barrido y a cubierto, es buen lugar para pasar la noche.   Cenamos tranquilamente las comandas que hemos traído de casa, instalamos las esterillas, y nos embutimos en los sacos, esperando abrir los ojos a un nuevo día.   Y como estaba previsto, los abrimos y el día está ya lleno de luz.   Unos cafés, con madalenas, con porrich, con lo acostumbrado, para regenerar las fuerzas, y enfrentarnos a lo que hemos venido buscando.



Un corto paseo en coche, hasta la presa del embalse de Arenoso, donde aparcamos, y unos 40 minutos más, nos dejan debajo del Morrón.   Esta será la segunda vía que escale en este fantástico lugar.   La Clandestino hace ya por lo menos tres años. Camino bien marcado, cuerdas fijas a modo de pasamanos, nos van a transportar hasta la entrada de la Auténtica, marcada con una A, justo en el arranque.


La vía se pone fiera en el inicio, con un bloque desplomado, que a fuerza sale.   Es lo mejor para calentar, calentar a tope, en un paso, que no te pires, que puedes acabar muy cerca del suelo. 
No es que estuviera andando en bici, pero a fuerza de pedales, me consigo subir. y a partir de aquí, a disfrutar.... Luis y Ramón, se alternan de primeros de cuerda. Yo quiero disfrutar de la escalada, pero con la cabeza tranquila, y voy sacando los pasos, uno tras otro, cuando tengo que apretar aprieto, y cuando se deja acariciar, acaricio.




Que gozada de roca, que tacto, que agarre, que delicia jugar contra la gravedad, en este risco tan auténtico.  El bosque se va haciendo pequeñito... allí debajo, y las nubes, parecen llamar.
El paso de 6c se nos puso un poco gamba... costó descifrar la secuencia de movimientos de pies y manos, los agarres pequeños, los pies ¿ donde ?, y donde se abre una " puerta", otra se cierra, y el lío está resuelto. Que fácil de segundo, y de tercero, ni te cuento. Este era el punto complicado, y se ha quedado abajo, lo demás es más fácil, más disfrutón.


Y así, hasta conseguir llegar a la cima de este morrón. 150 m. de placer rocoso, 150 m. de risas cómplices, y 150 m. de disfrutar de un paisaje, que cada vez es más extenso. Y una vez en la cima, las fotos acostumbradas, y buscar el descenso. La línea de rápeles, esta a pocos metros, pero el viento hace inviable esta salida, hay que bajar a patas. La cuerda fija salvadora, nos indica de nuevo el camino. Un desprepe y un nuevo trepe, para salir al bosque ralo, donde un camino bien marcado, nos deja en una pista, que nos lleva a la carretera.  Ellos han vuelto a la base a por las mochilas, yo hago de serpa y bajo el material. en un rato, estaremos frente a una cerveza, y con hambre. Hambre de roca nuevamente.







 
                                   

ARISTA DEL FARO DE LA PLATA (PASAJES DE SAN PEDRO) 250 m. V+/A0




La reseña la mango con descaro. Y por eso pido mil perdones, pero no lo he podido remediar. Me encanta esta reseña....esos tentáculos tienen algo de verdad.
Ya había oído hablar de esta arista, es fácil y jugosa, me dijeron, y las vistas.... que vistas.
Después de mucho tiempo, y después de superar algunos problemillas físicos, siento el cuerpo pletórico y con ganas de marcha. En una salida del club, hablé con Miguel, y se quedó en el aire, y unos cuantos días mas tarde, la suerte quedó echada.
Fuimos sin prisa, pero con aspiraciones a todo, de txikis, alguna vez escalamos juntos, y hace unos años también, y queríamos más....
Llegamos con una foto solamente como reseña, pero con muchas ganas, y nos tiramos de cabeza.



Un ratito de selva, nos lleva hacia el mar...caminito estrecho bien marcado, un poco antes de la valla que sale de la carretera. Paseando por piedras, casi con el agua en los tobillos, se ve la preciosidad de esta roca. Vemos una reunión, colgando vacía junto al mar...una travesía rara, con una roca que a trocitos se va … a ser arena de playa, y nos vamos a buscarla. Desplegamos el arsenal de cuerdas y friends, nos vestimos para el baile, pero como parecemos novatos, lo hacemos sobre un pie, en una roca afilada, jugando con el equilibrio.
Bailamos sobre las " hueveras" talladas por el agua y la sal, colocamos cintas en los seguros colocados, y hacemos piruetas sobre los estribos, para conseguir salir de esta roca desplomada sobre el mar.

Ya ganamos la arista, y el paisaje comienza a crecer. Se deja hacer, se deja subir, todos los seguros, están colocados, y llevamos una parva de friends, que solamente pesan.



Me siento pirata, a un lado el mar, al otro el vacío, las puntas de los pies, en una adherencia furtiva, buen canto en las manos, y el disfrute llenando la alegría de estar aquí.  el paso más difícil de la vía, sale sin problemas, y los canalizos que lo coronan, son enormes...pero los pies empotrados, y las manos firmes, ayudan a superar estos obstáculos. Miguel viene detrás flipando, y le animo a subir primero los largos que quedan...
Con que ganas, que agusto se le ve, como disfruta cada paso, como goza la cima. Se le queda la cara con esa satisfacción de haber disfrutado.
Un rapel equipado también, nos devuelve a la selva, y aquí comienza lo verdaderamente difícil. Seguir el camino. Es evidente, pero también es evidente, que más de uno y más de dos, se han perdido por estos caminitos. A nosotros no nos quedó ninguno por recorrer, y todas las veces, menos una, el caminito se cortaba de repente. Más vale, que a la última intentona, dimos con el camino correcto.











USHBA 4700m. CAUCASO GEORGIA



Esta es una historia de amor.
Una historia de amor desde la distancia. La vi aquel verano del 2012. De lejos, desde otro país. Desde el Elbrus, cuando estuvimos en Rusia jugando a ser alpinistas.
Formó ya parte de mi vida. Siempre en mi recuerdo. Ella se llama Ushba.
Hace  ahora tres años, estudiamos la posibilidad de acercarnos a sus faldas, pero los problemas entre países vecinos, nos cortaron el rollo.
Hoy estamos debajo de ella. Se muestra indiferente, alta, recia, fría. Se que a pesar de toda mi pasión, me ignora.
Al fondo del valle del Dolra, subida en su pedestal de glaciares, desafía .
Hasta Mazeri, nos lleva nuestro transporte privado . Giorgi . Desde este pequeño pueblo, organizamos una cita
María  nos hace de casamentera,  nos ayuda con el alojamiento, y con el caballo que nos va quitar dos horas de llevar 25 kg. a la espalda.
Caminamos, entre bosques impresionantes, frondosos, oscuros, donde viven osos y lobos. El sol apenas llega hasta el suelo. Después, el caballo ha echo su trabajo, y les toca a las piernas darlo todo.
La mochila parece estar pegada al suelo, y al ponerla a la chepa, parece querer pegarnos a nosotros también a él.
Su trono queda alto, y se desparrama por el valle en forma de cascadas y torrentes, acompañándonos en el sentido contrario a nuestra marcha.



 


                                 

- Dormir aquí.-
María nos ha guiado.
En la entrada al glaciar, hay un memorial a los caídos en ella. Enamorados como yo, seguro. Espero que no nos trate igual, sería precioso descansar para siempre a sus pies.... pero se que soy fácil, y pronto me volveré a enamorar.
La mañana, despierta radiante, el sol comienza a calentar, plegamos el campamento, y nos lo volvemos a echar a la espalda. Vamos a entrar en sus dominios. El acceso esta roto, descompuesto, apenas nos deja caminar, la morrena empujada por los diversos glaciares, se muestra caprichosa, y además no tiene sendero, hay que hitarlo, para que la bajada sea menos compleja. La información que hay de ella por la vertiente Georgiana, es casi inexistente, nula. Todo el mundo la aborda desde la vertiente rusa, más fácil, más cómoda, y más rápida.
Ayer, fueron 1000 m, cargados como mulos, hoy son casi otros mil, pero llevamos menos peso..... ayer cenamos y hoy desayunamos.




El acceso esta abierto. Después de la morrena, el glaciar se muestra más amable. Nos postramos a sus pies, y deshacemos para rehacer de nuevo el campo.
 Esta noche voy a dormir junto a ella.
La noche es plácida, no hay viento, no hay ruidos... o sí.... nos tira piedras lejanas que nos inquietan... nos quiere llamar la atención.
La mañana, llega , y se ha cubierto con un velo de nubes. Comienza el día y nos intimida...se sacude los seracs...y con estruendo nos manda una nube de nieve fina....
Algo nos quiere decir.....el ambiente se ha vuelto frío....debemos taparnos. Quizás todo el amor profesado no sea correspondido, quizás este harta de pretendientes..... aunque la vertiente georgiana, apenas es transitada, la vertiente rusa suele estar llena.
Nos quedamos compuestos y sin novia..... intentamos trastearle un poco por los bajos... intentamos acercarnos al corazón, le llamamos a gritos, y nos hace oídos sordos...
Con el corazón encogido, nos vamos...ni todo el amor es suficiente para subir por sus heladas pendientes.
Roto de esfuerzo, para nada, ni tan siquiera una mirada, una caricia...pero lleno de energía, para intentarlo de nuevo, desenamorarse para enamorarse ... soy fácil, lo sé.....pronto habrá otra rondando mi cabeza...pero quiero agradecerle los paisajes, la compañía, el esfuerzo, el agua ,el aire, las noches y los días tan fantásticos que he pasado a sus pies, el peso , los calcetines mojados....sin ella no habría sido posible.







 

KAZBECK 5.047m. CAUCASO GEORGIA




Va a resultar, que todo aquello del Mont Blanc y tal, solo fue un entrenamiento.
Ya estamos en Georgia, el país del Cáucaso.
Va a resultar, que el Kazbeck, con sus 5000 y pico, por que le dan, desde 33 a 47, y algunos hasta 100 metros por encima de los cinco mil, también va a ser un entrenamiento . Más que un entrenamiento, una aclimatación para el próximo acontecimiento que queremos tener.
Cómodamente instalados en Tbilisi, en nuestro apartamento, turisteando por la capital, degustando su cocina típica, hablando ..... bueno hablando, intentando hacernos entender...en resumen, disfrutando de un lugar muy agradable, en todos los sentidos, con muy buena gente nos estamos topando.
Llegamos al pueblo de Stepantsminda-Kazbegi, como no... que pijos que somos, en transporte privado. No por nada, si no por la rapidez en los desplazamientos. Una habitación, en casa de Archil, un primer encuentro regado con Chacha... vozka georgiano... y una amabilidad que traspasa fronteras. Pero el monte, lo que de verdad nos interesa, esta tapado por las nubes.
Más no importa, como dijo ....
Por la mañana, amanece despejado, y con las mochilas gordas, montamos en un 4x4 que nos va a subir hasta la iglesia Tsminda Sameba de Gergeti, a unos 2100 m.


Y así, quitándonos una hora y media de pateo, colocamos las mochilas en el lomo de un caballo, y nos vamos paseando, hacia las alturas.
El camino, es agradable, la vegetación, es una amplia alfombra verde, tan solo cortada por el camino que vamos siguiendo, perfectamente marcado.
Los pasos se vuelven monótonos....uno tras otro, admirando el paisaje, centrando la vista, en esa montaña que tenemos delante, y que cada vez nos parece más lejos. A cada paso que damos, parece que se aleja otro.
El ejercito Georgiano, también parece que va de excursión. Una docena de aguerridos guerreros, con mochilas como armarios, desfila al lado nuestro, hasta que los dejamos atrás.
Gente que sube, gente que baja, domingueros a dar una vuelta, montañeros con más o menos fortuna, miradas de envidia, miradas de desaliento, miradas de curiosidad....
Nuestros caballos, nos adelantan, y se pierden en la distancia. Antes de llegar al primer refugio, hacemos una parada, en un collado, bajo una pequeña cruz, y comemos un poco de fruta, hidratamos, y fumamos. Todavía no se ve el glaciar por el que tenemos que subir......
En torno al primer refugio, hay un montón de tiendas de campaña, dispuestas en los mejores lugares que han encontrado. Este es el fin de la primera etapa, pero no para nosotros. Vamos ligeros de equipaje, y queremos continuar más adelante. Además no nos podemos quedar aquí..... nuestro equipaje viaja más arriba.



Al llegar al glaciar.... que contrariedad. Nuestros crampones viajan en las mochilas, nuestro piolet viaja en las mochilas.....no hemos traído cuerdas, ni arneses...
Mucha gente se pone los crampones, es normal... mucha gente sube solo con las botas... es normal pero menos. Mucha gente sube en zapatillas, estos son anormales, y a ellos nos unimos, a los anormales....
Además, los caballos, suben y bajan sin crampones ni piolets....¿también  son anormales ?
El tránsito glaciar es muy agradable en zapatillas. Tan solo tienes que tener cuidado en no mojarte los pies, en los riachuelos que bajan por efecto del deshielo. Está tapizado casi en su totalidad, por piedrecitas de la enorme morrena que hay a sus costados. Apenas hay grietas, estas son evidentes, y apartadas del camino que nos llevará hasta el refugio Bethlemi, a unos 3600 m.
Con la tontería, nos hemos zampado unos 1500 m. de desnivel.
Pero al llegar, no todo es maravilloso. Si que están nuestras mochilas. Si que hay sitio para montar la tienda. Si que hay mucha gente, todo rusos, menos nosotros dos.
Lo que nos encoge el corazón, es la cantidad de mierda que hay en el campo. Una de las tiendas que hay cerca del basurero, se queda corta de altura, junto a la montaña de basura.


Las lágrimas, casi no nos dejan ver donde montamos la tienda. Tiene mucha culpa de estas lágrimas, la basura, pero la otra parte tiene que ver con el viento. Parece que ha venido a saludarnos, pero ha venido a quedarse. Nos instalamos  todo lo cómodamente que podemos, y nos vamos a buscar el camino que vamos a seguir mañana.
No hay problema. El camino, se pierde a nuestra mirada...
La cena es frugal, dentro de la tienda. Pronto al saco. Tampoco hace falta madrugar, ya que mañana es un día de aclimatación . Durante la noche, el viento se va viniendo arriba.....como en la disco con un buen dj....se va subiendo....se va subiendo......arriba....vamos, sube, sube , sube....subidooooón.
Levanta las piedras de un lateral de la tienda, y azota con fuerza la tela. Adentro el ruido es insoportable, a un volumen brutal...las dos de la mañana, las tres....el dormir es difícil, vuelta dentro del saco.....otra vuelta.....y así , hasta que amanece, momento en el que no cesa.
 Parece que con la nueva luz, las cosas se ven de otra manera....ya sabemos lo escandalosa que es la tela de la tienda....
Desayunamos un té con cuatro galletas, y decidimos no quedarnos allí, y ver que hay por arriba. Tan solo yo cojo piolet...vamos solamente a dar un paseo....a aclimatar.


 
 
No es la primera vez que me pasa, que dando un paseo....
Seguimos recorriendo el lateral de la morrena de este enorme glaciar..... Mira, en aquella ladera, las piedras caen sin parar.... y algunas son enormes.
Con cuidado, vamos pasando todos, los paseantes, los trekers, los " alpinistos". Unicamente, cuando el glaciar se pone serio, la gente se va evadiendo por los alrededores, a comer el bocata, o a sacar unas bonitas fotos.   Nosotros, como solamente queremos aclimatar, seguimos la huella ampliamente marcada, y seguimos hacia arriba. También paramos a echar un trago, a comer algo... pero los ojos, nos adelantan las acciones, y ya están arriba.
Vemos la cima relativamente cerca.... hemos leído, que desde el collado en el que nos encontramos, son 400m. los que nos separan de ella..
El día es luminoso, tenemos muchas horas por delante, y el viento está en relativa calma en este lado de la montaña.
Seguimos el ritmo de nuestras botas, y paso a paso, seguimos la huella, que más que huella parece trinchera. Nos cruzamos con gente que viene de arriba...algunas caras, son de decepción, otras de alegría, todas de cansancio, y los idiomas se quedan en un ..Hi.... a la inglesa, que parece que todos entendemos. Pasos cansinos, pasos derrotados... unos para arriba, y otros para abajo.
Seguimos la huella.... parece una peladura de naranja, vamos dando la vuelta a la montaña. Entramos por la cara sur, pasamos por la oeste, y ahora vamos a dejar la norte para seguir por la este.... siempre en ascenso.... mas o manos suave, mas o menos duro.
De momento, la altura y el señor del mazo, no se han fijado en nosotros, y continuamos.
El viento a veces, nos frena el andar.... paciencia.
A poco menos de 40 m. en vertical, el frío y el viento, nos paralizan del todo. ¿ como puede ser posible, que haga tanto frío, con el sol tan espléndido que luce ?
Estamos por encima de la cota de los  5000....con algo más de 1500 m. de desnivel hoy también.
Nos obliga a taparnos más... nos obliga a detenernos, las ráfagas son tan fuertes, que nos obligan a desistir.
El Kazbeck no nos deja subir más arriba. ¿ Cima ? Si. Es nuestra cima, apenas a una z de llegar, nos damos la vuelta, no importa, el riesgo de salir volando, es grande.... que mas da 40 que 29....
Le hemos dado , lo hemos peleado, y salíamos a dar un paseo de aclimatación. Está echa la cima..
¿ está echa ?    para mi y para mi compañero Ramón, está echa.
Buscábamos una cosa y nos llevamos dos....La ¿ foto?
No. La experiencia.
 
 

 
 
 


MONT BLANC. Hasta la cima sin remontes mecánicos.



Si la propuesta es  interesante, poco importa repetir el destino.
Si la propuesta es intentar de nuevo el Mont Blanc, pero por un camino diferente, calzarse las botas ya es un hecho. Los nervios previos a una salida tan cañera, y con una experiencia alpina casi nula, hace que se les ponga un nudo en  la garganta. Si tus compañeros de cordada lo único que han visto de los Alpes, es una camiseta... da que pensar. Y vuelves la vista atrás y te acuerdas de cuando un pipiolin como tu, se embarcó en aquella aventura, y por poco salió bien, aunque no cumplieras todos los objetivos...
Para poder leer el libro, hay que abrirlo.
Erase una vez....
                                     





CHAMONIX - REFUGIO DE REQUIN

Con cara de "after", llegamos a Chamonix sin apenas haber dormido. El viaje nocturno se hace menos pesado para algunos. Un camping para descansar y tener los servicios mínimos, una tienda de campaña alfombrada de esterillas, un bar donde comer y tomar una cerveza, y sobre todo, una Maisón de la Montagne, donde disipar todas las dudas.


                               


- La montaña se cargó de nieve pero se la ha sacudido bastante, las rimayas se han rellenado, las grietas se han cubierto, y la gente sube por todos los caminos... el tiempo se espera impresionantemente bueno... Le grand blue, como le llamamos por aquí.
Es hora de montar las mochilas. Mañana emprendemos una Grand Course Alpina.
Sin madrugar, y tras haber ingerido un desayuno a la francesa, enfilamos las botas hacia la estación de Montenvers.  26 € por persona, hacen que pasemos de esos 20 minutos en tren, y el paseo se convierta en dos horas de itinerario entre bosque.
- ¡¡¡ Ánimo !!!, nos dice una señora que también disfruta del paseo, Solo os quedan 3800 metros hasta la cima...
Los trenes vomitan turistas en grandes cantidades. Todos quieren ver La Mer de Glace, pero a mi el paisaje me duele. Cuatro veces en distintas ocasiones lo he visto anteriormente, y cada vez me hace más daño. El glaciar en este punto y casi hasta donde alcanza la vista, es un claro ejemplo de la destrucción humana del medio.
Pasamos de toda esta vorágine, y nos vamos a pisar hielo.


                       


Los Drus y la Aiguille Verte nos saludan desde arriba.  El refugio de Requin esta por allí adelante, y nos espera. Las grietas, pocas e inofensivas, a excepción de un punto laberíntico, van animando la marcha. La ascensión es suave, el ritmo animado, y los pasos van cayendo. Momentos de incertidumbre... el refugio no está... no lo vemos... no lo encontramos...¿ lo hemos pasado?
Por fin, el ojo de la juventud, lo ve y la calma de nuevo aparece entre el pecho y la mochila. Los cuadrados blancos avisan de donde están las escaleras.


Es esta subida, tiesa, armada de escalones y sirgas, la que nos acaba de contar que nos hemos metido algo más de 12 kilómetros y más de 1600 metros de desnivel... con unas mochilas que en el mejor de los casos pasa de los 18 kilos de peso. 
Pocos vamos a estar en este refugio. Aparte del guarda, y nosotros, dos chavales que se dedican a subirse por las paredes cercanas, y un grupo de Koreanos guiados.
El idioma, no es barrera insalvable... ¿ quieres fumar ? el koreano ofrece tabaco a todo el mundo.... 
¿ una foto ?... venga y yo otra.... el guía habla español y ayuda a disipar más dudas, el guarda está feliz de que haya gente que le haga compañía.
La tarde va cayendo, y el grand blue se va convirtiendo en rojo en los picos vecinos, y la
negrura salpicada de estrellas, da paso a un reparador sueño en la habitación de los osos.







 REFUGIO DE REQUIN - REFUGIO DE COSMIQUES


El desayuno a las 7.
- Rapiñad todas las tostadas que podáis, no tendremos más comida hasta la hora de la cena en Cosmiques, si, los quesitos también, y las nutelas….
- Agua a 6 € el litro y medio..... 4 botellas por favor.
Crampones a las botas, mochilas a la espalda, y ganas al caminar. Apenas 6 kilómetros de empinadas palas nevadas, con alguna pequeña grieta, nos separa del objetivo de hoy. Apenas 1100 metros de desnivel, para acercarnos a las puertas de ese cielo que queremos tocar con la punta de los dedos, tan solo un instante.


                                      


Le Grand Blue, esta haciendo estragos. Las temperaturas son como de horno, y la reverberación del sol en la nieve, te funde. El agua pasa de la botella al estómago, y de ahí al sudor, en apenas nada, la crema es un ligero aliado contra los rayos solares, las gorras y las mangas largas, no ayudan a escapar , tan solo cuando lleguemos tendremos sombra.





Los "huevos" transportan turistas de Francia a Italia. Tiene que ser espectacular "volar" sobre el valle blanco. Vernos como hormiguitas a todos los que caminamos por este deslumbrante espejo de nieve. Pero como siempre, la perseverancia y el esfuerzo dan sus resultados. La Aiguille du Midi, se alza tras la última loma, aún esta lejos, pero estaba más lejos cuando empezamos el día.... ¡¡¡ Animo chavales, que ya estamos !!!
Alguno parece que está en plena travesía del desierto, nos reímos, se sacude la sed, nos vacilamos, y a pesar del esfuerzo, todavía suena un ¡¡¡ cabrones !!!
La última cuesta nos termina por exprimir. Es corta, pero ya nos queda poco zumo. El bullicio y la algarabía de montones de lenguas distintas, nos recibe en Cosmiques. Creo que es el refugio más popular de todos los Alpes. Entre todas las lenguas, distinguimos un deje gallego, que nos presenta a dos chavales muy majos. ( si leéis esto, mandadme un mensaje, me jodería no saber nada más de vosotros )


Check-in. Espera hasta la cena. Calor horrible en el comedor. Mejor en la terraza. Un cigarro viendo la puesta de sol. Saludos alpinistas, de caras que nunca más vas a volver a ver. Un saludo a Jordi Corominas, y unas breves palabras. Como lobos devoramos la cena, y el sueño nos va a permitir que mañana, salgamos hacia la arista de Cosmiques, para un descanso activo, y seguir con la aclimatación.






COSMIQUES - MONT BLANC - GRAND MULETS



La actividad de ayer, trepar un poco por la arista, subir hasta esos 3800 metros, el descansar el resto del día, parece que nos ha puesto las pilas. Saber que al día siguiente, va mas gente hacia la cima, por la ruta de los cuatromiles, nos de esa sensación de seguridad. Saber que los pasos de las rimayas están cerrados, y que la cima solamente depende de nuestras fuerzas...nos da fuerzas.
El desayuno a la 1 de la madrugada. Con los panes, y las nutelas en la mochila, salimos al fresco de la noche. Como las referencias quedan anuladas por la falta de luz, el progreso es más rápido. La pala del Tacul, queda bajo las botas sin enterarnos, llegamos al hombro, y descendemos hacia el Maudit.




Un tren de luces, asciende enfrente nuestra por esa endiablada pala. La gente que nos precede, afianza la huella. Seguimos sin descanso. Los cuerpos responden. La altura todavía nos ignora. Al llegar a esa Maudita cuesta arriba, el paso se ralentiza, se hace espeso, mantienes el equilibrio apoyándote en el piolet, y respiras... boqueando como un pez fuera del agua, te avisa que no te entren las prisas, que sigas lento, paso a paso, que queda mucho trabajo por hacer, que la cima es para quien se la trabaja.
Las primeras luces del día nos atrapan, el espectáculo es fantástico... en el valle todavía duermen, pero aquí arriba, la vida está echando el resto.
Aquí no valen los funiculares, ni las avionetas.... solamente eres tú, midiendo tu ego con la montaña, y tras ese paso, ya lo ves... el grande, el objetivo intermedio, por que el objetivo final, es volver a casa y contarlo, volver todos, volver amigos, y volver ..... en eso estamos, en hacer la cima. No hablamos entre nosotros, bastante tenemos con poner un pie delante del otro, cada uno metido en sus meditaciones.....







Que duros y que largos se nos hacen estos últimos metros. El hambre de cima, nos hace comer más pasos..... respirar más veces, pero no nos llena. Las tripas, no están agusto, parece que se quieren salir, gruñen de vez en cuando, se quejan, alguna cabeza parece que va a explotar.... la altura a cada uno le afecta de una manera...
Vemos a los que llegan de Gouter, pasearse por la cima allí arriba... aún nos falta un poco...¡¡ vamos chavales !!, lo vamos a conseguir... sufrid un poco más, por que la recompensa no se si vale la pena... tanto esfuerzo para alimentar el ego, para fardar delante de las chavalas y los colegas, para contar que has hecho monblan…. por culpa de un puto sueño.
Nueve horas después de haber comenzado, nueve horas atados a una cuerda, nueve horas de camaradería sin haber apenas hablado, nos abrazamos los cuatro en la cima. Son las diez de la mañana, y se han terminado los pesares..... ¿ terminado ?




Lo realmente bonito, fue la cara de mis compañeros cuando terminaron de asimilar que lo habían logrado. Sus caras de felicidad . La pasión que pusieron en esas fotos para el insta, para el feis, para la novia, para el badú, el Tinder.....esto abre muchas puertas, se oye.... 
- tu no pillas ni a cachos... 
- feo, quien te ve a querer a ti con esa cara...
- anda límpiate los mocos para hablar conmigo...
Los pulmones se van llenando de risas, ya no importa que el aire sea más o menos fino, la alegría es grande y compartida. Esa cuerda que nos ha mantenido juntos, ha creado un nudo más grande de lo que parece.  Pero....
La cima es solo la mitad del monte. Subir es muchas veces más fácil que bajar. Nos espera una larga bajada hasta Mulets. Tres que están en este momento en la cima, despliegan sus parapentes, y se van volando... literal. Que mala es la envidia... y la peor la insana... pero que le vamos a hacer.... seguir andando.
 Ahora el sol, ya esta de nuevo con ganas de cachondeo... empieza de nuevo a joder. Vamos para abajo, queda mucho camino. Los accidentes suelen ocurrir durante el descenso.





Los Rochers de la Tournette,La petite Bosse, la Grand Bosse, el refugio Wallot, el col de Dome, Le grand Plateau, les Grands Montees, Le petit Plateau…. paso a paso, descendemos de las alturas, hacia cotas más amables. El respirar se hace menos agitado, las tripas vuelven a su posición, pero los pies, cada vez patinan más..... los crampones se embozan en esta nieve pegajosa... algunos seracs, se caen no muy lejos.... la nieve amenaza con venírsenos encima...las fuerzas están mermadas... imposible correr, aunque sea lo único que debas hacer. La bajada se vuelve en algo estresante... miedo sale por los poros empapado en sudor... la huella todavía se deja seguir, y a veces desaparece, hay que improvisar... y el refugio, no aparece. Un patinazo, arroja una colada hacia el valle.... 
- ostias... esto se está poniendo jodido...
- Chavales.... falta poco... pero hay que echar el resto...
Los ánimos se llegan a poner de punta... en ningún momento hubo peligro, pero la sensación de que de repente se acaba todo, flota encima de las cabezas. La tensión se puede cortar con la hoja del piolet.
Y por fin, lo vemos. El refugio de Grand Mulets, subido en una isla de roca, como si hubiera sobrevivido a un naufragio, en medio de este mar de hielo y nieve.




Las botas, los calcetines, los pantalones, los calzoncillos... todo está empapado, las cuerdas, la moral. Nos ha dado un buen baño este descenso. Y cada vez estamos más cerca de conseguir nuestro puto sueño.



GRAND MULETS - CHAMONIX



- Ya sabéis como es este glaciar.....
- Uno de los más peligrosos de los Alpes....
- Está muy roto, pero hay paso...….
Nos lanzamos hacia abajo, después de una tarde y una noche de dormir como bebés, de absorber descanso, es el quinto día de actividad continuada,  los cuerpos piden calma , y ahora las botas tienen alas.... queremos la paz del valle, el sonido de una ducha , una sombra...
El glaciar esta cortado por una enorme brecha, de hielo y rocas, en continuo caos, con la de la guadaña esperando en cualquier rincón.
No encontramos el paso, y recalculamos la situación. Decidimos volver a subir, queremos bajar por Gouter. Tiene menos exposición. La cuesta arriba, se empina, y tras unas pocas indicaciones del guarda, bajamos de nuevo a buscar ese paso..... y damos con el. No es fácil de encontrar, pero haciendo funambulismo extremo, asegurando la vida del compañero que nos precede, del que va detrás.... 
Grietas descomunales abren sus fauces invitándonos a entrar... es como el viaje de Ulises entre las sirenas.... desoímos sus cantos, y afianzamos los pies en el suelo...El laberinto del minotauro...un campo de minas... que pasamos sin contratiempos, y buscamos la vertical del camino, para ahora si, ahora corremos hacia abajo, camino pisado, sombras que invitan a pararse, desplome de metros, hasta llegar de nuevo al ruido, a la contaminación, a los bares, al bullicio de los turistas.
Por fin la paz del asfalto, la paz de una terraza sombreada, repleta de cervezas frías, de miradas asombradas al ver a unos marcianos, con semejantes mochilas, calzados con gruesas botas, ante la chicharra que esta cayendo.
Hemos vuelto, el puto sueño ha sido eso, un puto sueño, y ahora toca despertar y relamerse.
Asier, Iván, Sergio, Javier... Se ha podido con la incertidumbre, con el peso, con el calor, con la distancia, con la altura, con la incomprensión, con la sed y con el hambre. Se ha podido con la cima, y ahora se puede contar. Tan solo queda la vuelta, para volver a empezar a soñar.
Quiero saludar a Nacho y a Pablo, que también tuvieron su sueño por el glaciar de Miage. Un abrazo para  los dos.