Mallos de Agüero.
Que temidos durante mucho tiempo por lo recio de sus vías.
Ayer Riglos, hoy Agüero. Un paso más.
La idea inicial es la normal a peña sola. Un chaval dando vueltas descontrolado colgando de un estribo en el primer paso de la vía nos dice mucho. Sus compañeros están arriba en la reunión, pero este muchacho no sabe salir, o no puede. Decidimos buscar otro terreno de juego.
Como plan B, llevamos la Dakota Line. Mas dura, con pasos de artificial. ¿Pasaremos? Seguro.
Cambiamos las cordadas. Me toca con Iagoba, el más joven. Luís y Ramón, van a intentar liberar todos los pasos de la vía.
Arranca Iagoba en el primer largo. Un 6a/6a+, que ya va diciendo como va ir el resto de la escalada.
Al grito de reunión, es mi turno, y comienzo a penar por las pequeñas presas. La reunión me da un momento de respiro. Salgo convencido a escalar, pero nada más chapar la primera, me doy cuenta de que va a haber que echar el resto.
No es mi grado. Es más, creo que me supera por mucho. No importa, el A0 resuelve muchos problemas verticales, pero amigo, las chapas no están a la mano. Hay que superarse un poco, como medio metro largo para poder llegar a la siguiente, y con este plan, empleo todas mis fuerzas y recursos en llegar a la siguiente, a la siguiente, a la siguiente...
En una de las chapas, el mosquetón me caza un dedo contra otro mosquetón, y me rasga la piel. A partir de ese momento, marco el resto de la vía con sangre. Es muy dura la progresión. De chapa a chapa, tirando de brazos como un gorila, voy ganando metros en este desplome. No veo el momento de poder pasar a escalar en libre, y cuando puedo hacerlo, tan solo me queda un paso de V hasta la reunión. Iagoba también sufre lo suyo. Escalar todo en A0, es muy cansado. Cuando este llega a la reunión, miramos la reseña y esta dice que V+/A0, IV+, Ae(3p), 6a/A0 y V. Te lo traduzco. Arranca el largo en quinto superior, agarrándote a las cintas, baja a cuarto superior, y entras en una zona de artificial equipado que dice que son tres pasos, sigue una zona de sexto agarrándote a las cintas, y terminas en un quinto. Creo que me he equivocado de largo, por que yo eso no es lo que he intentado escalar.
Iagoba también ha llegado a la reunión fundido.
Al poco, oímos resoplar a Ramón, que viene apurando, y eso que escala bastante más que nosotros dos juntos. Y el último es Luís, que viene disfrutando. Con la descarga que tiene, ir con la cuerda por arriba.
Los cuatro en la misma reunión, que más vale que es cómoda. Ellos que escalan de verdad, le dan el grado a la vía, y coinciden en un grado de 7b. ¡¡¡Estamos locos !!!
Entre la petada, y el horario, decidimos que lo mejor es bajarse desde aquí. Ya volveremos a darle venganza.
¡¡VENGANZA!!
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