PUNTAL DE SECÚS

Desde el refugio de Lizara, arranca un camino, que a su vez se divide en dos....que a su vez se dividen....y recorremos el menos frecuentado, el que no va a  la romería... Al Bisaurín, ya lo hemos colocado bajo nuestras botas, en varias ocasiones, por diversos itinerarios, y no queremos hacer siempre los mismos montes, por los mismos caminos.


El  valle de los sarrios, ahora sin nieve, es un espectáculo distinto al de la última vez. Hoy no hay  nieve ni hielo, ni sarrios esqueléticos, después de haber sido visitados por los buitres.
Hoy derrocha luz... verde... agua...
El murmullo del riachuelo queda atrás, y los pasos se elevan despacio, disfrutando de esta luz que nos llena los ojos, de este paisaje, de esta brisa...
 Los neveros, cabezones al verano, se quedan para esperar las primeras nieves que lleguen. Lloran por que estas tardan, y si tardan mucho mas, llorarán hasta morir de esperar.
Un collado, da paso a otro collado, y por fin, la nube nos envuelve. Nos roba los colores, el paisaje, el azul y el verde, las rocas, los horizontes.
.Hasta que llega ese momento mágico, en el que no es posible ascender mas, que los pasos se curvan hacia abajo, y en ese momento delicioso, la nube abre sus alas, y nos deja ver mas allá..tierra roja, roca gris y marrón, hierba verde, y cielo azul. Es caprichosa. nos da vista y ceguera en un momento, y así juega con nuestras retinas, hasta que decidimos abandonar las alturas, y buscar refugio en cotas mas amables. Cerrando un circulo, volvemos al ancho camino que nos lleva al principio, donde nos juntamos con otras gentes, que también vienen de arriba...de la romería.

PEÑALARA


Aprovechando un fin de semana, en el que las necesidades familiares, invitaban al viaje, decidimos dar un paseo por la sierra madrileña..
Hotelito rural, para dormir.
Lo mas rural del hotel, es el colchón sobre el que nos toca dormir....parece estar relleno de bellotas.
El amanecer, es frío, húmedo y neblinoso.
El parking, igual.
 Con una ligera reseña de unos ,que por lo visto también subían, nos vemos de repente solos, sin poder seguir, ni tan siquiera con la mirada a los que nos indicaron el camino. Probamos suerte, y en unos metros, nos damos de frente con los carteles. Para aquí, para allá, para Peñalara, para el otro lado.... Que fácil. Un ancho camino, mas parecido a una pista forestal, se extiende ante nosotros, y nos invita a seguirlo. Es un paseo tranquilo, y de vez en cuando, el sol parece que quiere asomar entre las nubes.
Vamos pasando los pasos,  ganando altura. En un momento, la laguna grande de Peñalara, es visible entre la niebla. Es tímida... al intentar hacerle una foto, se coloca  el velo de nubes....
Ahora, la nube es mas densa, y llora. Llora lágrimas, muchas, menudas y grandes, y es conveniente taparse.
El camino en un momento, se ha  estrechado, y con el dobladillo de los pantalones rozando los ginebros, persiguiendo los hitos, encontramos la cima de una de las hermanas. El tiempo no esta para tonterías,  hacemos oídos sordos a su llamada, y continuamos hasta donde vive su hermana. Somos como somos. Si no visitamos a una, tampoco visitamos a la otra, no hay favoritismos. Pero parece que algo se cabrea con nosotros, y nos manda un viento fuerte y helador. Las gotas caídas anteriormente, tienden a volverse duras, y a congelarse en nuestra ropa húmeda. El camino, ya es una adivinanza, y a ellas  jugamos, hasta encontrar un nuevo cartel que nos anuncia el final de nuestra ascensión. Pico de Peñalara.  Luchando con un viento salvaje, que impide hasta sacar una foto con trípode.

Vamos, vámonos para abajo.
En el descenso, muchos son los que quieren subir, quizás tengan mas suerte y el viento no se les enfade si no visitan a las hermanas.
Nosotros, bajamos  a ponernos secos, y a continuar nuestro viaje.

AGUJA DE PORTALET

La ves, la vuelves a ver......El corredor que nace a sus pies, tantas veces recorrido....en un rato que tenias perdido, y la miras desde abajo, y dices que hoy no es el dia....si será facil de subir....y la miras de nuevo...
Y llega el dia, que te decides a subirla, y encuentras una reseña, y ya la han taladrado. Que facil a partir de aqui.
Hoy vamos en cordada de tres. El problema, es que los largos son cinco, y el último el de la arista, apenas tiene emoción. Patio, si, pero emoción....
La aproximación, corta, la vía estética, la roca aceptable, chapada....que mas se puede pedir.
El día azul, el viento en calma, el sol... al otro lado de la aguja, el arnés colocado, las expreses tintineando, el casco ajustado, y las ganas de subir, comiéndose las uñas de impaciencia.
Comienza Zuri, a acariciar la roca. La pisa con cuidado, y estudia sus formas, para explorarla desde adentro, desde arriba, cada vez mas arriba....
Aitor, le sigue, buscándole sus formas, pliegues y cantos, en un momento parece que desploma, pero cuando se quiere dar cuenta, ya ha salido. Llega a donde el sol ciega, y apenas puede ver el camino.Por fin es mi turno. Debo moverme con cuidado. La roca está descompuesta en este tramo, y mis compañeros están debajo. No quiero que pase lo de ayer.
con un susto ya es suficiente.
Los ciento cincuenta metros, se han pasado en un plis. Casi sin tiempo para darnos cuenta, estamos en la arista que nos sirve de pasillo de salida.
Otra vía para el recuerdo, otro recuerdo para alimentar la memoria... para seguir viviendo .
Cuando pase a su lado, y la vuelva a ver....

ANAYET.... Via de los balcones



Siempre habia dicho, que la primera vez que subiera, seria por una via elegante.
Pasaron inviernos, esperando condiciones, y otra cabeza loca como la mia. Y siguieron pasando...
De repente, un dia me llega una llamada, y me propone la via de los balcones al Anayet.
Aquí esta mi via elegante....y tengo otro cabeza loca.
La rutina de siempre. Conducir, esperar, juntarse, risas, una cerveza, conducir, risas, anochecer....
La luna llena fue impresionante, en el lugar que escogimos para dormir.









La aproximación, nos sacó el sueño por los poros de la piel. El sueño, y unos cuantos líquidos.
Por fin, llegamos a ver su silueta imponente.  Incluso la belleza del paisaje de los lagos, se queda pequeña. 


Grande, áspera, vertical, toda ella de roca. 
Roca por donde arrastrarnos un buen rato.
Al pie de la via, somos los primeros. Pero en unos minutos, llegan mas cordadas. Impaciente, arranco en el primer largo, y el suelo, se vuelve vertical.
Una vez mas, voy a reunirme con mis queridos buitres.
De nuevo, la jerga habitual, el chasquear de mosquetones, y  ganarle metros a la gravedad.
Pero en una mirada hacia abajo, veo que de todas las personas que se habian reunido abajo, conte once personas, uno esta tocando mis talones con su flequillo.
-         No me gusta agobiar....yo respeto mucho a las cordadas que van delante mio....soy muy respetuoso con los de delante y los de detrás....
Mi lado mas borde aflora, y le pido calma, le pido tiempo, no hay espacio para nadie aquí en esta reunión, y le digo que espere.
Agobiado por la situación, sigo a mi hermano de cuerda, y logro alejarme, pero es en vano, vuelven a alcanzarnos.
 Solución, empalmo un par de largos.
De repente, en medio del silencio...-... piedra, piedra...-
Una avalancha canta su terrorífica canción.
Y luego nada.
 Solo el sonido mudo de la roca al sol.
Aitor, no ha oido nada, y sacudo mi cabeza, ha sido real, no lo he soñado.
Seguimos un camino sin definir, solamente por intuición, una hilera de chapas plateadas, donde asegurar nuestra vida, como si fueran miguitas de pan, siendo nosotros sus pulgarcitos.
Siempre me hace sonreir, las caras de los que han subido por otro sitio, cuando llego a la cima. Me siento marciano, y siempre se escuchan palabras de ánimo.
Ya no nos queda montaña que subir, y con un enorme abrazo, rubricamos otra ascensión maravillosa.
Aparte de la bajada, solo nos queda esperar a nuestros compañeros.
Otras cordadas, otras gentes, aparecen por esta cima. Unos por la normal, otros por nuestra vía.
Tras cuatro horas de aburrida espera, aparecen nuestros compañeros, Zuri, Luis y Ramón.
La avalancha ha intentado putearles el día. Alguna pedrada, y una cuerda cortada. Por suerte, el alma conservó tres trenzas, para poder llegar a lo mas alto.
Susto o muerte. Esta vez solo susto. Las golosinas, nos las comimos alli arriba, todos juntos, admirando el paisaje.


MONCAYO 6 CUMBRES

El Club de montaña SAIOA de Corella, organiza una marcha de largo recorrido.Al estar este club, hermanado con el mio, ofrezco colaboración, por si necesitan ayuda.
- Tu puesto es la Punta Norte, a 2065 m. de altura, y tienes que controlar los dorsales de la gente que pase...-
Quedo con María y Eugenio, que son los puntos posterior y anterior respectivamente y me lanzo a una actividad, que nunca antes había tenido oportunidad de realizar.
La niebla, nos rodea a veces, otras no, pero deja su llanto en los arboles y arbustos, y se lo arrancamos con el paso de nuestros cuerpos. María se queda atrás, dos veces vuelve al coche, y Eugenio, me lleva a trote cochinero....- Estoy flojo me dice...-, y a sus 60 blincaos, anda como un sarrio.
Un rato con la lengua fuera, y otro con el orgullo delante, y como el tiempo apremia, casi corremos a los puestos de control asignados. Dejo a mi compañero en el suyo, y continuo hasta el mio.
La ropa mojada y la brisa que corrió por la cima, me dejan tiritando en un momento. Despliego la silla, y monto parapeto con el paraguas. Cuando sale el sol, se esta agustito, pero tengo que ponerme el plumas, para estar realmente confortable. La música me acompaña , y con la lectura de la prensa, y el almuerzo, hago tiempo hasta que llega el primero.
El walki me pone sobre aviso, llega el primero, y desde el puesto anterior, veo un puntito, que poco a poco se va convirtiendo en persona. Parece que tiene prisa. La información que tengo de la bajada, es inexistente, no se para donde tengo que mandar a la gente, y con un poco de imaginación, los dirijo al cruce del camino que he dejado abajo.
El mar de nubes que me rodea,es impresionante, y en la otra orilla, se distinguen Bisaurin, Aspe, Collarada...
El goteo de gente, comienza.
Unos con caras de satisfacción, otros con caras de sufrimiento, caras bañadas en sudor, y alguna cara conocida.
La mañana esta resultando amena, casi todos quieren una foto de recuerdo en el mojón de la ultima cima, o una foto playera con el mar de nubes.
Alguno necesita recuperar fuerzas, y alguno mas, necesita de mi agua...
Las horas han pasado como si nada, ya llegan los últimos grupos, que van disfrutando del recorrido, y del paisaje.
La bajada a la que he mandado a la gente, no es la mejor bajada del mundo, es aspera, no hay nada que marque el camino, tan solo un puntito verde, alli a lo lejos, que nos hace señas...Creo que con la niebla, no es posible verlo.
Por fin el escoba, va recogiendo a todos los controladores y a los marchistas. Barriendonos hacia abajo.
Ya no hay llovizna, ni nubes, y en esta vertiente, tampoco hay sol. El camino, se ve perfectamente, y nos quedamos recogiendo las cintas señalizadoras. Dejando el monte limpio.
Ha sido una bonita experiencia.


ARISTA DE SALENQUES


Suena la alarma....pero se está agusto dentro del saco.
 Remoloneamos media hora mas, para salir a la carrera, y subirnos al autobús, que nos quita una hora de andada. El camino, de inicio, ya lo sabemos, y caminamos a buen ritmo, persiguiendo un pequeño círculo de luz, que se mueve delante de nuestros pies. Poco a poco, el sonido del río llena nuestros oídos, y no nos abandona  en un buen rato. Después de cuatro horas andando y saltando entre bloques de roca y arroyos, fallando en la recepción de los saltos, y metiendo las botas en el agua, parando caídas con la espinilla.....con los pies encharcados, llegamos al inicio de este sueño.


Arnés, hierros, cuerda, que extraño atuendo, pero este baile, lo requiere, y comenzamos a bailar en esta pista desolada. ¿Cuando antes has bailado con un gendarme?  Este de 3.050 m. parece imponente, y se deja hacer por unas buenas fisuras. 



 Un obstáculo menos, pero no hemos hecho mas que empezar......



Subidas y bajadas, gendarmes y torres, bloques en equilibrios precarios, una ola de roca triturada, maltratada por el tiempo, la lluvia, la nieve y el sol, que nuestras manos agarran con delicadeza unas veces, apretando mucho mas de la cuenta otras, y el vacío creciendo a nuestros pies, obligándonos a lanzar la mirada cada vez más abajo.
Las nubes, vienen a quedarse con nosotros, a envolvernos con su humedad, y su ceguera, a borrarnos el paisaje y las referencias , a rodearnos con su gris, para llegar a creer que somos los únicos habitantes de las rocas. Tendremos que imaginar como serán los caminos que nos saquen de este laberinto, en el cual, nuestro hilo de Ariadna, nuestro cordón umbilical, no nos deja perdernos ni separarnos mas de la cuenta.

     Ya hemos pasado por alguno  de esos tresmiles "puntuables",de los del coleccionismo, y apenas nos enteramos.
Cimas en las que el punto culminante, son unas cuantas piedras amontonadas.....¿es necesario, amontonar mas piedras en esta inmensa escombrera, para saber cual es su cima ?
Por si no nos gusta , también ponemos cruces y vírgenes.

Después de un largo rapel incierto, donde la longitud de la cuerda nos ha hecho dudar de si nuestros pies llegarían el algún momento a tocar suelo, las dificultades, decrecen.
Toda nuestra fuerza mental, la ponemos a prueba hoy. Gran parte de nuestra fuerza física, ha sido probada, y al llegar al punto culminante, vemos con alegría que solamente han pasado doce horas. Doce horas, acariciando piedras, que nos dejan las manos doloridas, enrojecidas, sensibles....Doce horas en las que nuestros pies, no han pisado suelo horizontal en ningún momento, doce horas en que la mochila nos invitaba a tirarla al vacío, pero que era nuestro  salvavidas. Doce horas, en las que el agotamiento apenas se dejaba notar, gracias al empuje de la adrenalina, doce horas que no han podido superar una ilusión.

Por fin los dientes de sierra, ha quedado atrás.
El punto culminante ha quedado bajo nuestros pies. Algunos acomodan sus sacos buscando pasar una noche confortable aquí arriba.


Nuestro camino es solamente de bajada, pero todavía no sabemos que nos quedan cinco horas, luchando contra el reloj, para poder descansar.
Otras cinco horas, caminando por el hielo, saltando rocas, buscando fantasmas ( hitos) que nos indiquen el camino a seguir, y nos impidan perdernos. Cinco horas robando pequeños sorbos de agua a otro arroyo, distinto del primero, pero que canta la misma canción. Veintiuna horas para dar con nuestros doloridos cuerpos en un colchón, y esta vez, nuestro sueño será reparador














ARISTA DE LOS MURCIELAGOS

Si fuera tan plano...como hace ver el efecto óptico, quizas perderia casi todo el sabor...
 No es especialmente dificil, al menos, a mi me lo parece, pero es disfrutona...Esta vez fué la tercera, pero casi como si hubiese sido la primera....volvió a emocionarme.
Ante el planteamiento de ...¿ donde vamos...?, a mi hermano de cuerda, le apetece, y a mi no me importa.
Madrugón... para saborear el fresco de la mañana, pero en la primera reunión, el viento, deja paso al frio. Entrar en calor, cuando se va a largos, es dificil y complicado, pero le buscamos la vuelta, y las reuniones, al norte, que es donde hace mas calorcito.
 Queremos seguir los pasos, que un dia de hace un monton de años, a alguien se le ocurrio.
 Sin apenas esfuerzos, dejamos atras la punta dondeestastú...la punta dondeestaeste...
 El terrible muro que aparece de repente, es mas humano cuando nos acercamos, y asi, el mundo se va haciendo pequeño a nuestros pies.

Con cuidado colocamos nuestros pasos, los edelweis, salen a saludarnos .


La roca, lo llena todo, el paisaje, nuestras manos, arrastramos el cuerpo por ella, intentando no caer en ese paso mas dificil...no entramos en escaqueos, queremos la arista tal cual, como los pioneros, tiene algo de cura de humildad , si pensamos en los materiales de aquella época...


El pirineo, va despidiendo despacio la nieve , pero algunos neveros aguantaran hasta el invierno.Serán la levadura madre del próximo ... 
 Ya somos capaces de adivinar el final, el buzón, se hace visible, y la alguna gente mira con cara extraña.
 No somos marcianos, somos montañeros como el resto, pero quiza con un puntito mas de locura, de esa locura que nace, donde se fabrican los sueños, donde pensamos que podemos llegar a volar, sin despegar los pies del suelo.
Ya solo queda cerrar el círculo, volver al punto de partida, de donde salimos hace unas horas, para con calma, revivir lo vivido, y como broche final, preparar la próxima.







De clarabides al Armengaud


Buscando no se qué, decido unos días de lejanía del mundo, y me quiero perder.
El lugar elegido, unos monticos en el pirineo. Ya es la tercera vez que voy. Las dos primeras por el tiempo reinante, no ha habido oportunidad. Quizá ahora sea la definitiva.
Dicen que la montaña es peligrosa, pero cuando conduces tres horas de carretera, me hace pensar que quien opina asi, no sabe de que habla.


Algunas nubes me acompañan en el sendero que conduce al refugio. Los partes meteorológicos, anuncian tormentas, el calor, unido al esfuerzo, y la mochila gorda que me acompaña, me hacen sudar.
En la mochila todo lo necesario, para vivir durante algunos días en el filo de los tres mil metros. Saco, comida, un cordino largo, algún hierro, crampones , piolet, hornillo, algo de ropa de repuesto, y de abrigo, y porsiaca, el toldo de una pequeña tienda.
Una cervecita en el refugio, y un poco de conversación, con una pareja de abueletes, que toman el sol en la puerta.
Me miran a la vez sorprendidos por mis intenciones, y con un poco de envidia. Los años no perdonan, me dicen.......
Este camino ya lo conozco, pero que distinto esta....Abunda la nieve, pero hoy, no es capaz de blanquear toda la vista. La roca pide su sitio y las marmotas y las chovas, son su compañía.



Los lagos, parecen inmensos refrescos, con sus hielos flotando. Escondiendo el fondo de este agua transparente....tranquila...donde viven los reflejos. Sobre ellos, el inmenso penacho de agujas, aristas, rocas que miran al cielo, como queriendo alcanzarlo. Entre ellas y yo, un inmenso silencio mineral....
Como la tormenta esta al acecho, monto el txoko, en el único lugar plano que hay libre de nieve. Justito cabe el toldo, asegurado con piedras. La tarde, es larga todavía, y con labores de paseo por los alrededores, y  preparación de la cena, consigo acortarla. Un libro, con la espalda apoyada contra una piedra, y un poco de buena música, hacen mas llevadera la espera de la noche.
Un leve repiqueteo contra la tienda, me recuerda que la tormenta andaba por alli cerca, y viene a visitarme. – Quizá pase de largo...- y pasa, pero al cabo de un rato se debe de haber olvidado algo, y vuelve con mas ganas, recordándome donde estoy...durmiendo en el suelo, en medio de su espacio.



Con las primeras luces del día, emprendo la recogida, y de nuevo la marcha hacia lo alto. En los collados, descansa la mochila, y en mis espaldas, nacen alas, hacia esa coronación de hitos de piedra, que nos señalan que no se puede subir mas alto, y que lo que queda es bajar a buscar un nuevo hito.
Cima tras cima, el camino se va acortando. Libros de cima que rellenar, paisajes que fotografiar, para guardar en el recuerdo.
Cuando la arista se eriza, me recuerda que mi mochila no es ligera...comienza a exigir que decida cual es el camino...Hay montañeros que se mueren de viejos, y otros montañeros se matan, y esto estaba aquí la primera vez que vine....y aquí sigue...hoy quiero morirme de viejo.
No quiero asomarme al vacío.



Muchas veces es mas duro el retorno que el avance, y aunque me cuesta abandonar, un poquito de prudencia, escondida bajo una piedra, me hace un guiño.
Sigo la huella anteriormente marcada.
¿ que había venido a buscar?....¿Qué he encontrado?.....
 

OTRO PLATO DE ROCA

Otro plato de roca para merendar......la carta es variadísima, para todos los gustos. El hambre no se calma, cuando no puedes comer todos los dias, y si tienes un bocado delante, engulles....
Otro viajecito al restaurante roquero.
Con el ansia, no sabemos donde nos hemos metido. La reseña falla, pero ...¡¡¡¡que !!!!!! .....a masticar .
Viene siendo habitual en nosotros, empezar por el postre, por el fin , darlo todo a la primera. No calentamos, los platos ya vienen calientes pero como este no venía en la carta....casi se nos atraganta.
Comenzar un dia de escalada, con un 6b+ para calentar, cuando el otro día hubo que currarselo, y mucho, te sube el ego por la pared, y no lo bajas en varios días. Aitor, mi hermano de cuerda, sonrie....otro rato que hemos disfrutado, la temperatura agradable, el ambiente garantizado, las vistas....espectaculares como siempre...la compañia......


ARTIFO EN PEÑA KARRIA

AIRES DE FIESTA    A2+
Aire, sopló, y la fiesta me la di yo. Con las ideas todavía confusas, preparo el material. Estribos, daysis, clavos, fisus, ganchos, friends....y sin pensar más, en un agujero meto un clavo. La pared comienza con un pequeño desplome. Pruebo el clavo, y me parece bueno. Continúo con un gancho. Que miedo. Un fisu, atrancado con un palito, me hace despegar del suelo, y el primer clavo, sale solo.Busco la fisura infinita, y poco a poco gano metros.
Dos pasos de ganchos, me hacen volverme etéreo. No caer, no caer...es mi letanía. Seguro, prueba , superación. Seguro, prueba....
El suelo queda lejos. La reunión, más. Las horas pasan rápidas aqui arriba. En el suelo, mi compañero se aburre. Uno se divierte, el otro no.Cuatro horas y media....he sido capaz de montar el puzzle de apenas cuarenta metros. La reunión está equipada, con tres spits. Mi cabeza se revoluciona. El último metro, lo hago en libre. No me cuesta cambiar la dinámica artificial por el libre. Fijo las cuerdas y voy deslizándome por ellas, por este cordón umbilical, que me devuelve a la paz del suelo, de la compañía, de mi amigo y compañero. Ahora va el a recoger las piezas. Al final, entre uno y otro, han sido siete horas, y buscamos una cena reconfortante.Mañana será otro día.
Tocan diana pronto. Nos queda trabajo si queremos terminar la vía. Por las mismas cuerdas, que ayer nos devolvieron la paz, ahora nos envían al lado del cielo. Le toca comenzar a mi compañero, a intentar enhebrar el puzzle. A mitad del largo, no le encuentra continuación....se atasca, en medio de un mar de roca...no encuentra salida.  - ¡¡¡ Bajame !!! -. Remonto hasta el punto fatídico, y mas a la derecha, encuentro algo que puede ser un camino. Los buitres vuelan alto, y quiero reunirme con ellos. Quiero volar con ellos, pero me da miedo espegarme de la roca. Sigo probando piezas, y resolviendo el enigma. Por fin, el último friend, pende sobre mi cabeza, pero aguanta, y ya estoy a salvo en la reunión. Vuelta a limpiar el largo, y de nuevo reencuentro con el suelo. Caras de satisfacción, y un abrazo, como fin de fiesta, de aires de fiesta...
Estamos aprendiendo, y la lección de estos dos días ha sido larga.
Nos hemos dado una fiesta.