Sin ninguna duda, la naturaleza se paró durante cinco minutos, a pensar como hacer de lo bonito, algo precioso.
Un valle entre el puerto de pajares, y el valle de la luna, el valle de Arbas .
Por un lado, el acceso es como muy normal. La carretera te lo va descubriendo poco a poco, pero desde el otro lado, lo descubres de repente, como si fuera una aparición. Lo descubres al salir de un túnel.
Pasamos la noche en el exterior de la escuela de Cubillas de Arbas, entre risas, buen ambiente y los cantos de las cigüeñas que revoloteaban por los alrededores.
Toca madrugón, para las 6.30 estamos aproximando hacia la vía. Que casualidad, también se llama noches de escuela, como la pasada..... por que será...
El amanecer, va revelando el relieve...y la pared que se dibuja ante nosotros, se muestra altiva. Se va viendo por donde transcurre la vía y vamos mentalmente aprendiendo el camino.
Estamos casi al final del curso que ha traído a mis compañeros a estas tierras, así que hoy va a salir a la luz, todo lo aprendido.
Ramón, va a subir de paquete. Solamente se va a dedicar a sacar fotos con el móvil, y a seguir nuestros pasos, sin intervenir en los aciertos, ni en los errores.
Iago, se adelanta y pide el primer largo para el. Se ha estudiado la vía, y de esta manera evita el largo de la travesía.
La placa es como el cristal, se ve en la foto, es el largo de abajo, parece que tumba, pero al contrario, una escalada entre algún canalizo, y unos apoyos de caliza pulida, muy interesante.
Llegamos a la entrada de la casi cueva que se veía desde abajo. Es el largo de la travesía. Cambiamos material de protección, recojo todo lo que hay, y vuelvo a jugar a ser escalador. Son pasos de Vº. La travesía sube hasta V+. En el momento en que te empiezas a emocionar, que los pelos se te quieren erizar, en ese instante en el que piensas que te el último seguro se quedó muy abajo, sale la chapa salvadora, el canto de la muerte, o la fisura super protegible.
Los seguros fijos, alejan, alejan mucho, y los flotantes, entran a cañón.
Voy llegando a la travesía. La zona mas expuesta. En el último centímetro del ángulo que voy a hacer, un friend bien puesto, quita emoción al asunto, pero le añade rozamiento. Unos pasos mas adelante, veo la chapa salvadora, que le habría quitado ese rozamiento..... tarde....hay que estar más atento.
Vamos dejando la pared abajo. Un largo con unos pasos en 6a+, fácilmente protegibles, nos dan acceso a un último largo, de transición, para llegar a la cima de peñas del prado. Tenemos Asturias y León, a nuestra vista, y el valle de Arbas, se extiende como una alfombra.
Los rápeles de bajada, nos van a dejar en el suelo, en cuatro de ellos. El primero, lo dejamos equipado, con cinta y maillón, ya que el destrepe que tiene, sin ser difícil, puede llegar a dar algún susto. Desde aquí, la bajada, va en línea recta , hasta pillar la horizontal.
Volvemos a la paz del suelo, y seguimos recreándonos en la escalada, que sin ser de dificultad, si que nos ha exprimido en algún momento.
Adherencias, y autoprotección, es la tónica dominante . El curso acabó bien para Iago. Progresó adecuadamente, con soltura y decisión.... Aprobado alto, casi sobresaliente.....
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